Provincia

Científicos hallan una veintena de restos humanos en un yacimiento del Neolítico

  • La cavidad pudo servir como enterramiento colectivo de una comunidad prehistórica Los cuerpos que se encuentran bajo la bóveda no han estado expuestos a alteraciones externas

Cabra se encuentra inmersa en un auténtico verano arqueológico. Si la cuarta campaña de excavaciones en el yacimiento íbero del Cerro de la Merced se postulaba ya como una actividad destacada en el plano patrimonial de la Subbética, un nuevo hallazgo ha conseguido desviar la atención de los científicos debido a su singularidad y antigüedad. Se trata de una cueva artificial datada en el Neolítico "que está dando unos resultados muy significativos" en los primeros pasos de la investigación puesta en marcha tras su descubrimiento el pasado mes de mayo en un olivar en la zona Norte del término municipal, según explicó ayer el edil de Cultura y Patrimonio, José Luis Arrabal, durante la visita realizada al lugar.

Un equipo técnico de la Universidad tinerfeña de La Laguna desarrolla en julio una campaña de excavaciones que da pie a la investigación preliminar de este yacimiento, que en el momento de su descubrimiento fortuito durante tareas agrícolas ya presentaba un hecho diferenciador. Se trata de una cavidad artificial que, según los primeros datos, puede datarse en torno a 2.600 años a.C. en la época Neolítica y que pudo servir como enterramiento colectivo de una comunidad prehistórica.

"Estamos ante un hallazgo excepcional", manifestó el antropólogo forense del equipo canario, Ayoze Trujillo, quien explicó que este hecho se debe, en primer lugar a la ausencia de expolios a lo largo de la historia, que "ha permitido una excepcional conservación del material". A ello se suman, continuó, unas buenas condiciones del terreno que dará la posibilidad de poder aplicar una serie de análisis de tipo genético y químico que "permitirá trazar un mapa de migraciones" fundamental para conocer en profundidad datos precisos sobre los hábitos de vida, una datación precisa, así como la movilidad o permanencia de la comunidad que habitó estos terrenos. Indicó que a ello contribuirá "el número tan elevado de restos humanos" que se ocultan bajo la bóveda. Durante la primera semana de excavación, el equipo técnico ha hallado "una veintena de individuos", lo que hace suponer que casi con toda seguridad se puedan encontrar varias decenas más de cuerpos que configurarán "una muestra" suficientemente representativa para el estudio en laboratorio, comentó.

De hecho, entre los individuos ya clasificados se encuentran restos de bebés (neonatos), individuos infantiles, juveniles y adultos de ambos sexos, algo "poco usual", según detalló la catedrática Dolores Camalich. Ello contribuirá a abordar una "nueva lectura" dentro del estudio, al entender que el grupo humano que habitaba este lugar debía estar enraizado "probablemente en un linaje determinado para tener derecho al enterramiento". Teoría precisamente basada en la aparición de restos infantiles que esta época simbolizaban un segmento de edad "sin el mismo valor de los adultos" ya que a partir de la adolescencia "se garantizaba una supervivencia a más largo plazo", indicó. La ausencia de elementos de ajuar funerario "es significativa" y puede responder a varias teorías, según la catedrática. De una parte, y tras la clausura voluntaria del enterramiento, pudo despojarse de los elementos de valor aunque tampoco se descarta que "la situación social de las personas aquí enterradas no les permitiera acompañarse de un ajuar en el momento de su depósito", apuntó Camalich quien todavía no descarta que a lo largo de los trabajos pueda aparecer algún elemento que aporte más información.

"Los muertos no están solos, pues para que haya muertos tiene que haber vivos que los entierren", incidió. La aparición de esta cavidad hace suponer a los científicos de La Laguna que en las inmediaciones del lugar pueda existir algún tipo de poblado o asentamiento. "Se descubrió una sepultura próxima en los años setenta", dijo Camalich, quien instó al Consistorio a financiar "una prospección geofísica en el este espacio que nos marcará las irregularidades que haya en el terreno" y permitirá calibrar "la envergadura" del yacimiento. Por lo pronto la catedrática definió la bóveda como "un grano de arena" dentro de la riqueza arqueológica de este terreno agrícola ubicado en la zona norte del término municipal egabrense.

El arqueólogo provincial de la Junta de Andalucía, Alejandro Ibáñez, destacó la actuación "modélica y de manual" llevada a cabo tanto por la entidad local como por la propia Administración autonómica, lo que propició que desde que se produjo el hallazgo hasta que se dio luz verde a la actuación "fueron horas", algo que lo "ha facilitado todo".

"Esto nos abre una puerta más" dentro de la oferta turística que Cabra puede exponer al exterior, afirmó el edil de Turismo, Francisco Casas, quien consideró viable hacer visitable este yacimiento para introducirlo en las rutas patrimoniales ya instituidas en la localidad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios