¡Ya están aquí!

Calatraveño

¡Ya están aquí!
Juan Ruz

12 de junio 2011 - 01:00

¡Ya están aquí! Es una de esas frases que han pasado a la historia del cine y que hizo célebre la sufrida niña cabellera rubia de Poltergeist allá por los años 80. La cita viene a colación porque desde ayer, los municipios cordobeses tienen nuevas corporaciones municipales y ya están aquí, ahora de verdad, los nuevos alcaldes, las caras que presumiblemente más llamarán la atención de los vecinos de cada localidad durante los próximos cuatro años. Cierto es que no son espíritus, como en la película, y esperemos no tener que recurrir ni a parapsicólogos ni a médium para entender sus decisiones, entre otras cosas porque la situación que heredan los nuevos regidores y la que mantienen los que ya estaban no invita precisamente al optimismo.

Pero la fiesta de la toma de posesión no sólo llama la atención por los que están, sino también por los que han dejado de estar, como es el caso de dos pesos pesados del socialismo cordobés: José Luis Bergillos en Lucena y Luis Moreno en Baena. La marcha de ambos ha propiciado que el PSOE pueda mantener dos de sus plazas fuertes y maquillar, en la medida de lo posible, unos resultados malos para los socialistas y sobre los que la autocrítica brilla por su ausencia.

Ni Moreno ni Bergillos se dejaron ver ayer en sus plenos y, a buen seguro, que para quienes les ha tocado la papeleta de sustituirles (María Jesús Serrano en Baena y Juan Pérez en Lucena) es lo mejor que le puede suceder, para evitar aquello de que son peones de quienes les designaron. Este detalle cobra especial interés en la localidad baenense, donde al alcalde saliente no le bastó con hacer el ridículo una vez y dimitir para volver a los pocos días, sino que se acostumbró y volvió a irse 24 horas antes de la investidura. Lo fácil ahora es decir que lo hizo por el bien del PSOE y de la ciudad, pero lo único que Luis Moreno ha dejado claro con estos vaivenes que tiene un gran aprecio por su propia persona, algo inexplicable en un político de su trayectoria, sobre todo por el nivel del descrédito en el que se ha autocolocado. Serrano tiene ahora la oportunidad de reivindicar que está capacitada para ser la alcaldesa de Baena, si bien tendrá más trabajo con sus propios compañeros de partido que con los de la oposición. Curiosidades de la vida y todo un fenómeno Poltergeist.

Pero para ridículos y un tanto fantasmas están los cuatro concejales del PSOE en Cardeña, que se ve que han decidido mofarse de sus propios votantes y designar como alcaldesa en el Pleno de investidura a Trinidad Moreno, la única concejal del PP en el Ayuntamiento. La actitud de estos concejales es impropia de quienes se sientan en un pleno municipal, por modesto que éste sea. Su bufonada ha supuesto que la dirección provincial de los socialistas cordobeses, en un gesto plausible, tuviera que salir ayer a la palestra para pedir perdón a los ciudadanos de Cardeña y anunciar la apertura de un expediente informativa, que derivará en algo más, a estos cuatro ediles.

Tampoco está exenta de culpa la inesperada alcaldesa si, como se comenta en algunos mentideros, tenía conocimiento de la intención de los cuatro socialistas desde la tarde previa al Pleno. Mejor hubiera sido que no presentara su candidatura o, en caso de salir elegida como alcaldesa, renunciar en ese mismo momento al puesto.

Otro caso Poltergeist ha sido el de Encinas Reales, donde la inexplicable alianza entre el PP e IU ha propiciado que los populares se hagan con la Alcaldía de esta localidad de la Subbética. Dicen los partidarios del acuerdo que las formas del hasta ayer regidor socialista del municipio, Gabriel González, han sido la causa del pacto, pero la realidad es que la decisión ha pillado por sorpresa a las direcciones de los tres partidos implicados -PSOE, PP e IU-, en una muestra más de que, con demasiada frecuencia, los dirigentes provinciales de nuestros partidos parecen estar en otra cosa y que no alcanzan a comprender las singularidades de cada población.

Menos llamativo, aunque igual de importante, es la reedición del pacto de IU y PP en Valenzuela, pese a que el PSOE fue la fuerza más votada. Como en 2007, IU gobernará la localidad durante dos años y el PP lo hará otros dos. También como en 2007, la dirección de IU dice -repito, dice- sentirse indignada y prohibe el uso de sus siglas a los independientes que han sellado ese pacto, pero a buen seguro que les vuelven a esperar con los brazos abiertos dentro de cuatro años.

De Poltergeist es también lo ocurrido en Monturque, donde parecía hecho el acuerdo de PA y PP para no dejar gobernar al PSOE. No obstante, uno de los ediles del PP optó por no votar al candidato andalucista, lo que permitió a María Teresa Romero ser designada como alcaldesa monturqueña. La misma jugada, pero con éxito, se ha producido en Fuente Tójar, donde hay alcalde del PP tras un pacto con el PA, lo que deja fuera de juego al candidato ganador, del PSOE.

Con un panorama así, no es de extrañar que los dirigentes del PP tengan que rectificar aquella máxima de que debe gobernar siempre la lista más votada, algo que a la vista está que no han respetado y sobre lo que a buen seguro le van a pedir explicaciones el resto de partidos.

Lo dicho. Hoy se abre una nueva etapa y ¡ya está aquí! la nueva hornada de políticos que dirigirán los destinos de la provincia los próximos cuatro años. Como ven, los fenómenos extraños se han vivido ya desde el primer día. Y los que vendrán más adelante. Tiempo al tiempo.

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