EDITORIAL
La Justicia y los tiempos
La vivienda se ha situado en los últimos años como una de las preocupaciones fundamentales de los andaluces. La falta de oferta para satisfacer la demanda provocada por el aumento de la población y la creación de nuevos hogares ha provocado una espiral de precios que impide a una mayoría de ciudadanos acceder a la propiedad o el alquiler de un piso. Ello ha provocado que la edad de emancipación del hogar paterno de los jóvenes se retrase hasta extremos nunca vistos y que un puesto de trabajo ya no sea suficiente para iniciar una vida familiar. Es un fenómeno que se da en toda España, pero que en Andalucía adquiere características más acentuadas porque es una comunidad que, a diferencia de otros territorios, no tiene una población en regresión. En la región, según las estimaciones más recientes, se crean unos 25.000 hogares al año y se ponen en el mercado unas 10.000 viviendas. Los poderes públicos tienen una responsabilidad evidente en este estado de cosas porque son los encargados de programar y sacar al mercado la materia prima sin la cual es imposible que se pongan en marcha las promociones, tanto públicas como privadas: el suelo. En la falta de suelo disponible está el cuello de botella que estrangula la oferta e incrementa los precios por encima de cualquier criterio lógico. La Junta acaba de hacer público un catálogo de suelo público, privado y dotacional disponible para impulsar la construcción de 40.937 viviendas a precios asequibles en trece municipios con más de cien mil habitantes, incluidas las ocho capitales de provincia. Se trata de una medida que señala una línea de actuación en la que se debería perseverar. Las administraciones tienen la obligación de actuar con urgencia para desinflamar un mercado que parece fuera de control.
También te puede interesar
EDITORIAL
La Justicia y los tiempos
EDITORIAL
Politizar Eurovisión
EDITORIAL
Crisis de identidad en Europa
EDITORIAL
Los cribados y la manipulación
Lo último