A vivir que son dos días

Lo que es indiscutible es que algo nuevo está sucediendo en la manera de afrontar la vida cotidiana

Hace tiempo que se viene observando una manera bastante general de afrontar la vida por parte de amplios sectores de la sociedad, que podría decirse que se caracteriza por la búsqueda de experiencias lúdicas que den satisfacción y sentido positivo a la vida. Se acrecienta la idea de que hay que trabajar para vivir, pero no vivir para trabajar.

Si observamos los últimos años, la década de 2010 a 2020 se ha caracterizado por el impacto y las consecuencias de la crisis económica generada por el boom inmobiliario que generó en Europa una respuesta de recortes y paro. El rescate bancario y los recortes presupuestarios junto a las dificultades de la economía, tuvieron consecuencias negativas en el bienestar general y abocaron a una situación de enorme dificultad laboral para amplios sectores de la sociedad (en especial en los jóvenes).

En 2020 la pandemia causada por la Covid-19 que, además del enorme coste en vidas, supuso un parón de la sociedad y de la economía y una inyección de incertidumbre que pone de relieve ante la totalidad de la población la vulnerabilidad ante la enfermedad pues en cualquier momento podemos morir por un agente infeccioso inesperado.

Si a ello unimos la crisis por la invasión rusa de Ucrania y el pulso por el control que a nivel internacional mantienen Rusia, China y Occidente con Estados Unidos a la cabeza y que es un factor objetivo de incertidumbre y de inestabilidad; encontramos un conjunto de factores que favorecen una visión de la vida en la que el corto plazo y la satisfacción de necesidades lúdicas se convierte en un objetivo más prioritario.

Y hay muchas maneras de actuar ante esta situación pero una de ellas es la búsqueda de experiencias y espacios donde encontrar satisfacción a necesidades de corto plazo pero, también, necesidades de disfrute cultural, familiar y social. Bajo este paraguas de "A vivir que son dos días" cabe entender el desafuero por viajar, por ir a comer a bares y restaurantes, por acudir a eventos culturales, por estar en las calles, etc. Tan es así que agencias de viajes, plataformas para alquiler de apartamentos turísticos, hostelería y otros, son los sectores más pujantes en la actualidad. ¿Es está una situación positiva? Cada cual tendrá su opinión. Lo que es indiscutible es que algo nuevo está sucediendo en la manera de afrontar la vida cotidiana como consecuencia de factores como los señalados.

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