Ibamos paseando y cogiendo conchas por la playa de Sanlúcar de Barrameda en una mañana fresca y soleada, cuando un sonido en el cielo llamó nuestra atención. Un centenar de gaviotas corrigieron su trayectoria y se dirigieron hacia nosotros a toda velocidad. Nos agachamos instintivamente y nos sobrevolaron para acabar aterrizando sobre un montículo de chuscos de pan que devoraron en cuestión de segundos. Una mujer se acercó y nos explicó: "Es que me conocen, yo les pongo el pan, pobrecitas, en el agua no tienen que comer, no hay peces, está todo contaminado". Nos miramos, miramos a las gaviotas y volvimos a mirar a la mujer que continuaba hablando. "Tengo más bolsas ahí arriba, busco en la basura. El otro día una chica, porque aun hay buenas personas, me decía Señora, no busque en la basura, yo le doy diez euros. Y yo les respondí que tengo el frigorífico lleno. Se creen que es para mí. Piensan que estoy majara pero yo hago lo que creo que tengo que hacer". La mujer arrastraba una bolsa más grande que ella, donde introducía la latas y botellas de plástico que había en la orilla. Nos habló del horror de los arrastreros, de las burbujas que se veían el la playa cuando era niña, avisando de un berberecho enterrado.

Esta semana, en Bonn, durante la Cumbre del Clima, 15.000 científicos de 184 países avisaron por enésima vez de que la situación es dramática. Han aumentado las emisiones de CO2, se sigue perdiendo biodiversidad, el estado de los mares… Son pesimistas, saben que los intereses económicos prevalecerán y, lejos de confiar en nosotros, nos piden que eduquemos a nuestros hijos en valores medioambientales para ver si ellos demuestran algo más de inteligencia. El viernes, en esa cumbre, los acuerdos para el desarrollo efectivo del Acuerdo de París quedaron pospuestos para 2018. Lo que en política medioambiental es un clásico denominado "ya si eso".

Stephen Hawking también ha vuelto a aparecer y directamente da por perdida la Tierra. La superpoblación y nuestra ansiedad energética acabaráN con nuestro planeta. Una probable bola de fuego en unos 600 años. Nos vuelve a emplazar a buscar otro lugar en el universo y nos sugiere Alpha Centuri e invertir en tecnología.

¿Alguien ha avisado a Danielle de todo esto? La hermosa extraterrestre del anuncio a la que le toca el Gordo de la Navidad y del amor. ¿Le han contado cómo anda el planeta? Igual podría dejarnos su nave. Con la más veloz con la que contamos hoy en día se tardarían unos 30.000 años en llegar a la estrella propuesta por Hawking. Y otra vez Walli-e.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios