¿Qué eh lo que eh?

José Antonio Hernández

De nuevo a meter miedo desde Moncloa

24 de diciembre 2025 - 03:07

Posiblemente esta noche alguno sufrirá la pregunta indiscreta en la mesa mientras cene. Me imagino que algo le dirán a algún ministro, socio del Ejecutivo o al propio presidente del Gobierno. Es decir, posiblemente les pregunten: ¿se acabó ya la legislatura, tras el batacazo en Extremadura? Se lo puede decir la suegra o el cuñado pesado, pero posiblemente la respuesta sea: ¡No, hay que seguir para evitar a la ultraderecha! Será el nuevo eslogan para este 2026, crear el miedo de que llegan los de Vox de la mano de Feijoó. Una estrategia que les funciona y que realizaron en las pasadas elecciones. Lo que está claro es que Ferraz se hunde y Sánchez no quiere asumir ninguna responsabilidad. El problema aquí es que la deriva del partido es clara y el secretario general de lo socialistas quiere acabar como la orquesta del Titanic, el último en el barco. De hecho, miren que hay históricos socialistas u otros que están diciendo que hay que cambiar de rumbo, pero ya saben, si alguien se revela, a la calle e incluso con alguna información un poquito desagradable para darle la razón al gran jefe.

Es una pérdida de votos estrepitosa en un lugar como Extremadura, que es cuna del socialismo. Creo que Sánchez todavía no es consciente de que el futuro electoral en las próximas autonómicas de distintas regiones será más o menos así. Es decir, todos los peones colocados (María Jesús Montero o Pilar Alegría) caerán al vacío, aunque, y como les decía anteriormente, les servirá para provocar el miedo: ¡Cuidado que llega Abascal! Sánchez puede simular todo este precipicio para que cuando lleguen las generales cree ese caos. Otra de las cosas claras es que el PP y Vox tienen que entenderse sí o sí y no levantar polémicas que hagan que el señor de Moncloa pueda recoger y usar como un guante. Llegan meses de urnas que el PSOE sufrirá, pero mucho cuidado con los ridículos y peleas de carteras entre los de Génova 13 y Abascal; puede ser perjudicial y, al final del todo, cuando llegue el 2027, sea el líder y pueda decir:

He salvado España de lo peor.

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