Después de leer algunos editoriales les confieso que iba a titular esta columna "Pedro es ETA", pero me corté. A medianoche me compartían un artículo que ya había titulado así. Es lo que literalmente le faltó decir a Rafael Hernando el pasado viernes en la tribuna del Congreso. De los autores de "Zapatero es ETA"… el clásico, el de manual. La idea fuerza que luego desarrollamos. O no. Claro que no va a ser fácil. Casi nada lo es y en la situación actual menos. Pero es necesario. Acabar con un ciclo y comenzar otro. A veces es una cuestión de salud pública, para el conjunto, incluso aunque hoy le resulte difícil de asimilar, para el que ha tenido que marcharse del gobierno. Un partido que tendrá que renovar su liderazgo y probablemente modificar algunas conductas.

Hace una semana Pedro Sánchez tomó la iniciativa en un acto de responsabilidad y audacia. Le correspondía a él como líder de la oposición. Definió en su propuesta una serie de objetivos, pero en lo esencial entiendo que primaba uno: pasar página. Y en torno a él consiguió los apoyos necesarios. Porque en pasar página es en lo que se puso de acuerdo la mayoría de la Cámara. Cierto es que una parte de los votos a favor coincidirán en la necesidad de una agenda más social, seña de identidad socialista. Otra parte puede que tenga la esperanza de encontrar un talante distinto más proclive al diálogo, consecuencia de una idea de España más plural. Pero todos los partidos, excepto PP y Ciudadanos, coincidieron en algo: no contribuir a mantener esta situación.

Rajoy resucitó esta semana a un personaje de ficción para describir el legítimo juego de las mayorías. Fue Rubalcaba el primero en utilizar el clásico de Mary Shelley años atrás, Frankenstein o el moderno Prometeo. No describe al gobierno. Es un gobierno socialista con vocación de diálogo. ¿Una mayoría Frankenstein? Hace años que las mayorías en el Congreso español necesitan del acuerdo entre diferentes grupos. Esta nueva realidad obliga al que quiera gobernar a tener capacidad de sumar. Y probablemente las mayorías en las que se apoyarán las iniciativas legislativas serán diferentes según los temas a tratar.

Desde el día de ayer Pedro Sánchez es el séptimo presidente del Gobierno de España en el actual periodo democrático. Por delante muchos asuntos, todos complejos, pero la política es eso. Es tiempo de arremangarse frente a la estrategia de esperar. Algunos de los problemas a los que nos enfrentamos como país son consecuencia de la inacción. Sin Biblia y sin crucifijo. Merece la pena intentarlo. Suerte.

https://youtu.be/ZHhNWlYYrZ8

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