Hay lunes que son más lunes y son precedidos de domingos que son más domingos. El lunes de mañana es más lunes que muchos, puede que el más lunes del año. El primer lunes lunes, el comienzo definitivo, el debut, el estreno de la primera semana real, esa que vendrá acompañada de reencuentros, de amagos de abrazos en la rara era de los abrazos vedados, el día de contar, de actualizar. La jornada definitiva de la puesta en marcha de propósitos.

Mañana es el lunes del reinicio y las nuevas y buenas intenciones. Puede ser muy esperanzador el concepto del contador a cero, con todo por recorrer; una singular oportunidad de iniciar y corregir por delante. Es verdad que la línea de salida en la que mañana ponemos el pie viene coloreada por sensaciones agridulces de estos días. Es cierto que la incertidumbre sigue siendo la nota de la temporada y no podemos obviar que es complicado establecer una hoja de ruta ilusionante con predicciones complejas a corto plazo. Cuando leemos que los hospitales se preparan para recibir el impacto del estallido de contagios, con el rastreo covid y las urgencias colapsadas, cuando la idea de las clases on line y el retraso de la vuelta a las aulas ha estado revoloteando tan cerca y hasta hace tan poco, se hace complejo obviar los datos y casi inevitable pulsar el botón de la contención, que evidentemente condiciona la planificación, cuanto menos, del trimestre.

En lo inmediato, jornada por delante de resúmenes navideños, de viajes hechos y no hechos, de planes obligatoriamente suspendidos, de reencuentros familiares condicionados, de hastío. Los últimos coletazos de los dispares análisis de la cabalgata, los últimos relatos con las versiones sobre Bob Esponja de Ambrosio, la tradición, la cutrez, la mejora o la similitud, según tendencias y querencias.

En la vuelta al cole, allí donde vivieron la última quincena de su primer trimestre en máxima tensión, allí donde la incertidumbre también merodea, pese a todo, volverán con la máxima ilusión. Ellos, sin excusas con nuevos proyectos y nuevos retos, con motivación intacta, con tanto por contarse y tanto por descubrir, desde los regalos de los de Oriente hasta las vacunas recién puestas. Acompañados y guiados por quienes no pueden permitirse desfallecer a la hora de insuflarles ganas.

El lunes más lunes hay que prepararlo desde hoy, sintiéndonos capaces y convencidos de que podremos corregir y redirigir cualquier posible mal pronóstico, centrados mejor en todo lo bueno que aseguran también está por llegar. El lunes más lunes del año lo tenemos que empezar a preparar el domingo de antes, hoy mismo.

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