Mensaje en la botella

Lo que nos da de comer

Mejor será dejar el postureo y resolver los problemas del campo y del turismo

Poco o nada les sorprenderá que les diga que Córdoba tiene en el turismo y la agricultura dos de sus pilares económicos. Así es desde hace años y, a la espera de que otros sectores se vayan asentando y despegando, la generación de empleo y riqueza está volcada en esas dos actividades, repito, sin olvidar otras. Cierto es también que ambos cuentan con un déficit histórico, como es la inestabilidad, en el plano de la creación de puestos de trabajo y en la dependencia de factores externos, como pueden ser el clima o las políticas de promoción que se lleven a cabo por parte de las instituciones.

Esta semana que acaba ha tenido al campo y al turismo en el ojo de mira por distintas razones. En el caso del sector primario, se ha dado a conocer el dato de que la producción final agraria el último año alcanzó los 1.354 millones de euros de facturación, pero con una gran dependencia del aceite. Además, la provincia cuenta con 923 industrias agroalimentarias, el 45% relacionadas con el olivar y el 13% con el sector enológico, mismo porcentaje que el sector cárnico. En total, este ramo genera en el territorio en torno a 7.000 empleos.

Con esas cifras, no hay político que se resista a sacar pecho, a presumir de que estamos en el buen camino y que -lo dicen los que gobiernan- las administraciones seguirán apoyando a este sector. De lo que ya no se atreven a hablar tanto es de otra estadística, también vinculada al mundo rural, que dice que Córdoba es la quinta provincia española con más denuncias por robos en el campo y que, aunque han bajado, el año pasado se registraron 546 sustracciones en fincas de la provincia, más de un acto delictivo de media por día. Pues igual habrá que estar a las duras y a las maduras y también hablar y debatir de estas cosas.

Algo parecido, salvando las distancias, nos ocurre con el turismo. Así, en estos días hemos visto un nuevo episodio del debate sobre la tasa turística, o lo que es lo mismo, cobrarle a los visitantes por venir a la ciudad. Se trata de una competencia que depende de la Junta de Andalucía, pero que caprichosamente sale a la luz de vez en cuando, en este caso por la cercanía de las elecciones municipales. El edil de Turismo, Pedro García, quiere llevar de nuevo el asunto al Pleno, mientras que el sector recuerda una y otra vez que esa medida supondría una pérdida de competitividad.

Pues en ambos casos no estaría mal dejarse de postureos, ponerse a trabajar en serio y resolver -otra cosa es que haya capacidad para ello- los problemas reales que tienen el campo y el turismo. Entre otras cosas, porque de estos dos sectores viven miles de familias en Córdoba que a buen seguro se sonrojarán cuando leen o escuchan debates estériles y ventajistas. Como dice el sabio refranero, "con las cosas de comer no se juega". Y aquí parece que hay hasta quien quiere hacer apuestas y bromea con ellas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios