Un sabor de boca inigualable. Es el mejor resumen para la actuación de los granadinos 091 el pasado viernes en el escenario de la Axerquía, un convierto cargado de simbolismo porque supuso el regreso de los conciertos a uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad. Y como era previsible, Lapido y los suyos no defraudaron con esos temas de siempre y con los nuevos de su disco La otra vida, con los que encandilaron a un publico que, eso sí, tuvo que pasar estrictos controles de seguridad para entrar en el teatro. Como era de esperar, los Cero ofrecieron su rock de siempre, ese que huye de lo comercial, que tiene sello propio. Todo un lujo.