Parece que ha entrado un mayo de estos que van y vienen. Va y cualquier día llueve y se moja el patio de una casa que es particular, aunque durante estos días, en Córdoba, no tanto. El fenómeno es inmaterial y patrimonio de todo ser humano reconocido por la Unesco.

La semana que despedimos y las que la seguirán parecen estar marcadas por la competición. Eludiré hacer símiles entre fútbol y política. Ambas cuestiones no están exentas de pasiones y a la hora de opinar resulta siempre un terreno sumamente resbaladizo. Como colchonero está en mi naturaleza ver el vaso medio lleno, lo que no me impide ser plenamente consciente de la dificultad de la cosa. En Francia hay segunda vuelta. Allí son así. Los galos deciden hoy si seguimos adelante o si finiquitamos ya esto de Europa. En realidad este punto sería una consecuencia. La trascendencia de su decisión más allá de quién les gobierne, reside en la responsabilidad de devolver al fascismo al corazón de Europa. Es una obligación moral tomar partido. Pero no sé yo si gestionamos bien estas cosas. Me refiero a las cosas del mal menor. Cuando se apela a esa responsabilidad, en este caso ineludible, estaría muy bien que de vez en cuando fuese considerablemente menor. El mal, claro.

En cuanto a lo de la corrupción nacional, la noticia sería que dejara de ser noticia. Es como un telón de fondo, fijo en la escena. Una sección que ocupa sus minutos correspondientes del noticiario, en los diarios… Hoy en nuestra sección de corrupción… Claro, que no sé yo si esto se soluciona con una moción de censura encaminada a que cada uno se retrate en el camino. ¿Será por mociones, por censuras o investiduras que no fueron? El tiempo hace que todos nos vayamos conociendo un poco más y eso es bueno. Pero claro, Show must go on. Tenemos presupuestos también en camino. Como país, digo, lo de cada cual ya es otra cosa. Y no parecen los mejores excepto si eres vasco. ¿Cuánto vale un voto? Que digo yo que esto es lo que se ha hecho toda la vida con Cataluña, pero claro, como andan erre que erre las criaturas…

Con la que está cayendo y la de temas que hay sobre la mesa resulta evidente que no sabía sobre qué escribir. La culpa es de una muela que está como la primavera, va y viene. Lo mejor será acabar como empecé. Agáchate y vuélvete a agachar, que los agachaditos no saben bailar. Cosas mías.

https://www.youtube.com/watch?v=t99KH0TR-J4

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