Suma y sigue

Triste jornal de 30 monedas para un cobardón actor que no se vestiría de Pujol o del cobarde Puigdemont

Todo es todo. La suma aquí ha levantado un poco el listón, en la mofa y escarnio de la televisión del gobierno de Cataluña a la Virgen del Rocío, digo. Los menosprecios al Rey, Jefe del Estado español, las injurias contra andaluces, desde lo que escribió Pujol en los años sesenta del siglo pasado, que mejor no recordar cuando hemos sabido que fue toda su vida un infame ladrón, la actitud de los últimos molt honorables con relación a Andalucía, ancla de España y, en general, la creación de la atmósfera de odio contra Cataluña, que es, no nos engañemos, una realidad, con Rufián y Nogueras como actores principales del reparto, ha sumado, decía, una cantidad importante a la contabilidad del independentismo imperante. Sí, es lamentable pero lamentándose no echamos fuera el aire viciado del pecho. Ni la constatación de lo miserables que son, que pueden llegar a ser, que fueron. Y todo por un puñado de votos y miserables acuerdos políticos, de los que todos los partidos que han gobernado España fueron responsables. Desde hablar catalán en la intimidad a esta falsedad de que ahora está todo de superior para arriba, que no se cree nadie y mucho menos Pedro Sánchez. Cuando en un triste plató de la TV catalana visten a un desgraciado de Virgen del Rocío, por decirlo de algún modo, para herir la sensibilidad a millones de personas que ejemplifican la letra flamenca: No te metas con mi padre, que mi padre es un pobre viejo que no se mete con nadie. Triste jornal de 30 monedas por ir vestido de fantoche, cobardón actor de chichinabo que no se vestiría de Pujol o del cobarde Puigdemont (de Mahoma ni nombrarlo). Cuarteto de la nada que no sea el odio que se envía para recibirlo multiplicado, cuando esa gente, la muchedumbre que camina los caminos y las arenas que llevan a la aldea del Rocío en donde está su devoción de Pentecostés, sus lágrimas emocionadas ante la imagen de la Blanca Paloma, sí, la Reina de la Marisma, sí, y de la Madre de Dios. Desdentados escorpiones deviene, finalmente, esta trama de la malafollá. ¿Hay un nivel de lo soportable? Se han acercado mucho esta vez. La piel no piensa, la piel es el estímulo y la respuesta. ¿Persiguen alguna barbaridad… fallida? Con la que tirarse encima de esta España que trabaja y sueña, reza y se hace la señal de la cruz delante de la Virgen del Rocío, y de todas las madres del Dios que acaba de resucitar. Es verdad que Dios es amor, tan verdad como que dentro de esta ralea sólo existe el odio a España.

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