Tomates y calabazas

Lourdes Chaparro

lchaparro@eldiadecordoba.com

Magnífico rector

Gómez Villamandos ha sabido estar en el lugar correcto, tanto con su más como con sus menos

En cada acto en el que han coincidido en los últimos años, el ahora consejero en funciones de Salud y Familias, Jesús Aguirre, presentaba a José Carlos Gómez Villamandos como "rector magnífico, magnífico rector". Ya no se lo podrá decir porque Gómez Villamandos agota sus últimas horas al frente del Rectorado de la Universidad de Córdoba (UCO).

Han pasado ocho años desde que tomó posesión y triunfó en aquellas primeras elecciones que no se antojaban fáciles, pero que ganó por goleada. Desde entonces, hemos coincidido en numerosos actos institucionales, ruedas de prensa, inauguraciones de curso, presentaciones de jornadas y entrevistas, pero también en otras ocasiones inverosímiles para ambos, como en la puerta de la estación de trenes de Atocha un martes cualquiera a media mañana en Madrid. Como quien no quería la cosa y, por pura coincidencia, el rector de rectores iba a una reunión de la CRUE y yo volvía a Córdoba. Un encontronazo de esos que siempre quedan en la memoria por las risas y el hallazgo en un punto que no estaba en el guion de ninguno de los dos y que hemos recordado en alguna que otra ocasión. Y, como este episodio, alguno más.

Lleva unas semanas el catedrático de Anatomía y Anatomía Patológica Comparadas recolectando los frutos del buen trabajo que ha llevado a cabo en todo este tiempo por parte de todas las instituciones con las que ha estado codo con codo para lograr poner a la UCO en el buen lugar que merece.

Casualmente, este mismo lunes volvimos a coincidir en la conferencia Misiones Internacionales del Ejército de Tierra en el marco de la OTAN que se celebró en el Real Círculo de la Amistad. Aproveché unos instantes para saludarle y volver a despedirme: "¿Cómo estás amiga?", me preguntó y medio broma y medio en serio le respondí: "Echándote ya de menos y de más, rector". Se río y me contestó: "Eso es la melancolía del futuro". Volví a mi asiento y recordé la primera entrevista que le hice hace 16 años en el antiguo Rectorado de la calle Alfonso XIII como vicerrector de Posgrado y Formación Continua. Algo más jóvenes los dos por aquel entonces, han pasado más de tres lustros y ahora llega la despedida y la bienvenida para un nuevo horizonte, vamos a decirlo de una forma correcta, para un buen hombre que ha respondido a todas las preguntas y que ha sabido estar en el lugar correcto, con sus más y con sus menos. De nuevo, gracias rector, gracias José Carlos.

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