Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Elecciones en Cataluña

La reacción de Pablo Casado de poner en venta la sede del PP de Génova es exagerada e injusta

Es indudable que el PSOE ha sido el partido que ha salido mejor parado en las elecciones catalanas, y no sólo por haber tenido el mayor número de votos, que le permite igualar en número de diputados al partido catalanista que más diputados obtuvo, sino por no haber aplazado las elecciones cuando había razones suficientes para hacerlo, como es la protección de la salud pública, y también por haber acertado en la elección del candidato, Salvador Illa, sustituyendo al folclórico líder del PSC, cuando el elegido no tenía otro mérito aparente que salir a diario en La 1 (lo que viene a demostrar, una vez más, que el conocimiento popular es la mejor baza par a un candidato, si en su comparecencia se muestra tranquilo y reposado). Y en tercer lugar, porque Cataluña está poblada de emigrantes, que proceden de todas las regiones de España, que se fueron allí no por gusto, sino por la necesidad de mejorar.

No estarán tan felices los partidos catalanes independentistas, que sólo podrían gobernar con el pacto de ERC y JxCat, que se considera imposible, si hay que hacer caso a las declaraciones, que ya han hecho sus cabezas de lista. La versión podemita en Cataluña conserva los escaños obtenidos en la anterior convocatoria y llama la atención que Vox ha obtenido un resultado inesperado con sus once escaños, partiendo de cero y seguramente debido a las deserciones de votantes de Cs e incluso del PP. El Partido Popular obtiene su peor resultado histórico (3 diputados). Sólo le queda el reconocimiento de la buena campaña que ha hecho su candidato. Con estos resultados hará falta mucho tacto e imaginación para que Cataluña prospere.

La reacción de Casado, el líder del PP, anunciando en su comentario a los resultados electorales que va a poner en venta la sede del PP en la calle Génova no le encuentro explicación y me parece, además, exagerada e injusta. Él ha dicho que es para cortar con el pasado, cuando se está investigando el origen de los fondos para financiar la reparación del edificio. Él, como presidente del partido, tiene que asumir toda la historia del mismo, con sus éxitos y fracasos y me parece una censura encubierta a los militantes que tuvieron alguna responsabilidad en un partido que ha gobernado en España, con mayorías absolutas y que tiene responsabilidades de Gobierno en autonomías, ayuntamientos y diputaciones. Yo estuve en la dirección del partido en 1984, con Hernández Mancha y ni él ni yo tenemos que arrepentirnos de nada, porque siempre observamos la ley.

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