Deshumanizados

Estamos deshumanizados cuando dejamos de abrazar o besar para demostrar amor a los demás

Me resulta muy extraño el término, que hoy está tan de moda de 'humanización'. Una palabra derivada de 'humano'. Y es que en una sociedad constituida por seres humanos, hablar de humanización, hasta ahora me había parecido muy redundante, máxime cuando se aplica al ámbito de la Medicina, arte y noble profesión eminentemente 'humanitaria'. Pero he comenzado a comprender, porqué se está reivindicando de forma tan insistente este vocablo. La razón es simple: cada vez vivimos en una sociedad más deshumanizada. Porque en el día a día contemplamos cientos de situaciones que así lo muestran. Estamos deshumanizados cuando dejamos de abrazar o besar para demostrar amor a los demás, cuando no cedemos nuestro asiento a un anciano, mujer embarazada o persona impedida en el transporte público, cuando no somos capaces de pararnos y prestar ayuda a alguien que está tirado en la calle o cuando en la cola de un cajero vemos a alguna persona mayor que no acierta a realizar un trámite bancario y no le ofrecemos nuestra ayuda; cuando nos mostramos impasibles ante las escenas de destrucción de infinidad de guerras y del hambre acuciante en países, para nosotros lejanos, o ante el drama de la inmigración que deja cientos de muertos en nuestras costas o, también, cuando anteponemos nuestro derecho a la diversión y a la algarabía al descanso de los demás; o en los hospitales, cuando somos incapaces de guardar el silencio necesario para la recuperación de enfermos que sufren y están a veces al borde de la muerte, mientras que el personal sanitario habla de sus trivialidades cotidianas a 'viva voz', o cuando los médicos no somos capaces de levantar la cabeza y mirar a los ojos a una persona mientras le estamos dando una mala noticia, cuando no eres capaz de coger con fuerza la mano de alguien que agoniza junto a ti, o cuando declinas decir un "lo siento" a la familia, ante la muerte de un paciente en una guardia (aunque no lo conocieras de nada), cuando no somos capaces de escuchar y 'despachamos' a nuestros pacientes como si no fueran personas. Son tantas las situaciones, que no nos ha quedado más remedio que proponernos en todos los ámbitos, mostrar actitudes más tolerantes, afectuosas, generosas y/o respetuosas, para revestir nuestra sociedad de lo que nunca debimos desprendernos, de la 'humanidad'. A saber en qué momento la perdimos o la olvidamos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios