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En agosto de 1967 el director Joseph Losey, los divos Elizabeth Taylor y Richard Burton, el comediógrafo, actor y cantante Noel Coward y el director de fotografía Douglas Slocombe, al frente de un numeroso equipo, desembarcó en Cerdeña para dirigirse a una zona salvaje del noroeste de la isla, los impresionantes acantilados de Cabo Caccia, donde el diseñador de producción Richard MacDonald había construido por valor de 500.000 dólares la a la vez desnuda y ostentosa mansión blanca –derribada tras el rodaje para no contaminar el paisaje protegido– en la que se desarrolla toda la película, para iniciar el rodaje de Boom! (La mujer maldita).
Era una carísima producción de seis millones de dólares basada en una obra de Tennessee Williams que, además de las peores críticas imaginables, recaudó en taquilla menos de la mitad de lo invertido. Sin tan siquiera obtener el título de película de culto maldita e incomprendida: fue ignorada en su estreno y después olvidada como si nunca hubiera existido. Pese a la fuerza de la fotografía de Slocombe, pese a la espectacular escenografía de MacDonald, pese a la planificación majestuosa de Losey, pese a las interpretaciones de Taylor y Burton recitando los diálogos de Williams sobre el tiempo y la muerte, pese a la música de John Barry, su obra más personal, inteligente, sugestiva e innovadora.
Solo dos personas, que yo sepa, la admiraron en su día y la tienen desde entonces por una de las películas de su vida: el extravagante director John Waters –el de Pink Flamingos, Polyester o Hairspray– y un servidor de ustedes desde que la vio en el Cervantes el día de su estreno, el 11 de noviembre de 1968, y casi todos los pocos días siguientes que permaneció en cartel. Se anunció con páginas enteras en la prensa local: “Cervantes se enorgullece de presentar con todo honor el estreno en España de La mujer maldita. Taylor y Burton en la película más poderosa y atrevida que usted estaba esperando”. Se ve que no eran tantos quienes la esperaban: solo Waters, en Baltimore, yo, en Sevilla, y unos poquitos más.
Ahora se nos ha unido el director Sergio Naitza, que acaba de ganar el premio del Kingston International Film Festival de Londres, presidido por Vanessa Redgrave y Mike Newell, con su documental A Summer with Joe, Liz & Richard sobre el rodaje de Boom!. Logrando, quizás, que deje de ser una película olvidada.
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