La borrasca Bernard llegó a Andalucía el pasado domingo con una violencia inusitada e inesperada, provocando graves daños e incluso muertes como la ocurrida en Córdoba. Un fenómeno extremo que en su virulencia también dejó al descubierto el mal estado que presentan muchos de los árboles que pueblan las calles cordobesas y andaluzas: ejemplares arrancados de raíz, roturas de grandes ramas, pérdida de ejemplares históricos. Unos 240 afectados en la capital. Urge ese análisis que se ha comprometido a realizar el Ayuntamiento de Córdoba y el plan de arbolado.

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