Quousque tamdem

Luis Chacón

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Anticatólicos

Estamos acostumbrados a que feliciten el Ramadán a los musulmanes y olviden hacerlo con Navidad y Semana Santa

La izquierda radical presume de laica. Pero si lo fuera, el fenómeno religioso le resultaría indiferente. Realmente, siempre ha sido anticlerical y profundamente anticatólica. A nuestros radicales de izquierda les provoca sarpullido la influencia del catolicismo en la sociedad española. Una influencia cultural que no desaparecerá de golpe porque es milenaria. Basta ver el resurgir de la religiosidad tras décadas de ateísmo comunista impuesto al otro lado del Telón de Acero. El sentido de trascendencia es natural al ser humano desde que se pregunta por su origen y su destino.

El Gobierno decidió homenajear a las víctimas del Covid con un acto civil a celebrar en el Palacio Real el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, patrona de la mitad de los municipios costeros de España. El laicismo de los miembros del actual Gabinete es tan militante como el de cualquier secta de nueva creación. No es neutral ante el fenómeno religioso, sino que quiere imponer una nueva religión. La de una laicidad excluyente y liberticida. Resulta tan démodée que nos retrotrae a actitudes revolucionarias dieciochescas con prepotentes referencias al culte de la Raison. Como si no hubiera grandes intelectuales y científicos profundamente creyentes. Más que ateos.

Hoy, la Conferencia Episcopal celebrará un funeral por las víctimas del Covid al que asistirán los reyes y las infantas, pero no el Gobierno. Parece un estudiado desprecio a la mayoría de la España católica en la que muchos de los que ni siquiera pisan una iglesia son despedidos con un funeral católico y una cruz en su féretro. Un desprecio más. Estamos acostumbrados a que feliciten el Ramadán a los musulmanes y olviden hacerlo con la Navidad y la Semana Santa. La libertad religiosa en España está más que afianzada. Si al rey le invitaran a cualquier otra celebración similar, estoy seguro de que iría. El gobierno actual también. Pero sólo por despreciarnos a los católicos.

La exclusión de ayudas a la enseñanza concertada está en la misma línea. En cualquier barrio paupérrimo de España siempre hay más curas y monjas que políticos izquierdistas. Y Cáritas alimenta a más pobres que cualquier gobierno. Pero ellos son progresistas y luchan contra la pobreza en el BOE. Mientras tanto, la Iglesia les dará alimento y cobijo. Olvidan que Dios es eterno y la Iglesia, milenaria. Poco va a conseguir un radicalismo adolescente liderado por pobres mortales.

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