Cambio de sentido

¿Año del ferrocarril?

Exijo que el Año Europeo del Ferrocarril sirva para algo más que para hacer un sello conmemorativo

En Andalucía, seguimos perdiendo el tren. Lo perdemos a chorros, a manos llenas, como si no importara. Se sigue desvertebrando el territorio mientras entonamos plantos a la España vaciada. Ello se traduce en brecha entre la Andalucía del AVE y la Andalucía de La Pava y en falta de prosperidad. A quienes me rebatan advirtiéndome que desde el 31 de mayo funciona la llamada variante de Aguadulce y que, quienes militamos en la Media Distancia, podemos ir a Málaga, Sevilla y Granada sin hacer parte del camino en autobús, les recuerdo que se han tomado su tiempo (dos años y medio) en arreglar la vía, y que en lo que más se han liado ha sido en ponerse de acuerdo la Junta, el Ministerio y Adif. Así no vamos a ningún lado. A día de hoy, no tengo motivos para pensar que el tren como transporte público ecológico, sostenible y rentable que contribuya a la igualdad territorial en Andalucía sea una prioridad. Quienes piensan exclusivamente en lo rentable, aducen que el tren no lo es. Nunca lo será si se siguen desmantelando estaciones, líneas y frecuencias, y sólo se impulsa de veras la alta velocidad y el alto precio. Ir en tren de Sevilla a Puente Genil no está al alcance de cualquier bolsillo. Hasta el pasado viernes, la de Jaén que tuviera que ir a Cádiz sólo tenía la alternativa de tomar el de las seis y media de la madrugada. Ni las líneas aéreas low cost ponen esos horarios. El estado de alarma redujo el número de trenes a la mínima expresión. Un mes después, a las puertas de las vacaciones, recién se están desperezando. A esos a quienes votamos, ¿les importa de veras las necesidades de toda la ciudadanía, incluida la rural, la pobre o la mayor? Quizá sólo ante casos de probables adelantos electorales, o a las puertas de primarias o de presentación de candidaturas y cosas así. Ya se habrán enterado de que los alcaldes de Sevilla y Huelva se acaban de poner las pilas para promover ese AVE eternamente por promover. Cada vez que sale una nota de prensa con promesas o con balances triunfales de la gestión la red ferroviaria en Andalucía, me digo para mí misma: "Se vienen cositas".

No sé si saben que este 2021 es el Año Europeo del Ferrocarril. O se supone. Exijo que lo sea, que no quede en un sello conmemorativo. Sobre todo, exijo que no nos vendan como avance que el tren se sigue desmantelando, pero menos. El tren es vertebración, prosperidad e igualdad social para Andalucía. Justo lo que nos falta para poder tirar hacia adelante.

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