"Mi voz poética cambia más por maldición que por deseo"
luis arturo guichard. poeta
El mexicano, que leerá hoy sus poemas junto a Juan Carlos Reche, considera que la poesía española goza actualmente "de gran salud"
El mexicano Luis Arturo Guichard, poeta (Nadie puede tocar la realidad, El jardín de la señora D.) y profesor de la Universidad de Salamanca, leerá esta tarde sus versos en la Sala Orive (18:30) junto a Juan Carlos Reche en el ciclo La voz de los poetas.
-¿Cómo ha evolucionado su voz poética desde sus primeros textos?
-Hay un escritor cubano, Severo Sarduy, que dice que "la poesía es el único oficio en el que la experiencia no necesariamente sirve; a veces, incluso estorba". Exagera un poco, pero algo de razón tiene. Creo que la escritura de un poeta cambia pero no necesariamente evoluciona. Depende de cada libro. Hay que ganarse cada libro: no hay garantía de que se esté yendo hacia adelante. Yo tengo la tendencia (la superstición, más bien) de cambiar mucho de un libro a otro, de no usar el mismo molde dos veces. La voz cambia de uno a otro y no puedo volver atrás. Mi voz poética cambia más por maldición que por deseo.
-¿Qué importancia concede en los poemas a la imaginación visual?
-Yo creo que hay dos tipos de poetas: los de ojo y los de oído. O que en cada poeta (y en cada poema y en cada libro), como pensaba Eduardo Chirinos, el ojo y el oído compiten. Yo fui desde siempre un poeta de ojo, pero intento darle más cabida al oído. Soy un poeta de imágenes que quiere oír más.
-¿Le interesa más la poesía reflexiva o la emocional?
-Creo que esa diferencia es falaz, no existe, aunque en España casi ha habido guerras civiles (entre los poetas, quiero decir) a causa de ella. La mayoría de los poetas que más me gustan (Huidobro, Paz, Vallejo, Rojas) superaron esa dicotomía hace 50 años.
-¿Cómo ve la situación de la poesía española actual?
-Goza de gran salud, de gran variedad, de algunas editoriales excelentes y de algunos festivales magníficos.
-¿Y la mexicana?
- Goza de gran salud, de gran variedad, de algunas editoriales excelentes y de un montón de festivales lamentables.
-Usted ha estudiado a, entre otros autores, Anacreonte y Asclepíades de Samos. ¿Por qué debemos leerlos?
-Eran grandes poetas que vivieron hace 2.500 años y tenían exactamente las mismas preocupaciones que nosotros.
-¿En qué proyectos trabaja?
-Hace poco terminé un libro de poesía y, como suele suceder, me puse a escribir algo de prosa. Y lo que estoy escribiendo es un extraño libro de prosas autobiográficas. Son prosas, aunque alguien las llamará seguro prosa poética porque hoy en día a todo lo que esté más o menos decentemente escrito se llama así. No tengo muy claro por qué las estoy escribiendo ni hacia dónde irán.
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