La vibración telúrica de Aurelio Teno inunda el Palacio de Viana
'Teno escultor y orfebre' clausura la serie de exposiciones organizada este año sobre el artista pedrocheño
Las vibraciones telúricas, el misterioso primitivismo, el látigo expresionista de Aurelio Teno, que a lo largo del año se han desplegado por la ciudad en diversas exposiciones, se derraman ahora en el Palacio de Viana, sede de Teno escultor y orfebre, una selección de 43 piezas repartidas por patios y galerías. Águilas, princesas, quijotes y joyas protagonizan la última muestra del Año Teno, visitable hasta el 8 de diciembre.
Y es "la más esperada" del programa, según su comisario, Cristóbal Cordero, ya que están representados sus temas más recurrentes y celebrados, que "lucen" especialmente en este emplazamiento. "La fuerza y la expresividad del autor se expanden y dan carácter al ámbito", indicó Ángel Cañadilla, director de la Fundación Cajasur, organismo del que proceden las obras expuestas. Ese contraste entre "los jardines amables" de Teno y la impactante naturaleza de sus creaciones "no deja indiferente" al espectador.
Ausente la pintura, que ha comparecido en otras entregas de la serie, la muestra dedica un epígrafe a las esculturas en madera, "imbuidas del Teno más primitivo e indomable", según Cordero, "con iconografías totémicas" que rozan "el esperpento". En estas piezas "la policromía agresiva y fuerte está ejecutada con colores puros, con aplicaciones y bandas decorativas que nos traen recuerdos indígenas de la América precolombina y de África". Destaca en este apartado, en el que algunas creaciones "parece que quieren denunciar algo", la escultura El grito, que "se podría asociar" a la célebre pintura de Munch y al Guernica de Picasso.
El visitante puede contemplar también varias princesas realizadas en homenaje a las grandes culturas de la América precolombina, rostros modelados en plata cuyos bustos emergen de finos mármoles ornamentados con resplandecientes minerales y esmaltes. Llenas "de vida y agresividad", constituyen un ejemplo de "la gran técnica" de Teno. Igual que los quijotes, que "con expresivos gestos, ojos y bocas abiertas nos transmiten, entre cuarzos y amatistas, la humanidad y la amargura del personaje". Y las águilas, "poderosas piezas, plenas de efectos mágicos" y que "engrandecen la colección por su incomparable belleza".
Completa la exposición un repertorio de joyas a las que Cordero se refiere como "miniaturas escultóricas, elaboradas con la misma pasión y expresividad". La muestra permite así redescubrir al Teno joyero, autor de "diseños increíbles que no se parecen a nada". "Los rumbos de la joyería cordobesa habrían cambiado si los joyeros hubieran seguido a Teno", añadió el especialista, que reivindicó "un espacio" para que estas obras puedan contemplarse permanentemente.
Teno escultor y orfebre es la sexta exposición del calendario, simultánea a Teno y la tauromaquia en el Museo Taurino (hasta el 6 de enero de 2015). Mañana es el último día para visitar en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral Teno y el arte sacro. Este programa ha sido posible gracias al esfuerzo de una comisión que, además de diseñarlo, consiguió la colaboración de distintas instituciones. El objetivo era, según uno de sus miembros, Julio Alcántara, poner de manifiesto la calidad, la variedad y la vigencia del "artista cordobés más universal".
El acceso a Teno escultor y orfebre está incluido en la visita a los patios del palacio (entrada: cinco euros). El horario es de martes a sábado de 10:00 a 19:00 y los domingos y festivos de 10:00 a 15:00.
No hay comentarios