Denuncia

El sector cultural de Córdoba se suma a la 'alerta roja' con una concentración de 300 trabajadores

  • Piden soluciones al impacto de las crisis sanitaria y regular varios aspectos laborales para hacer frente a las pérdidas

Concentración del sector cultural en Córdoba.

Concentración del sector cultural en Córdoba. / Lolo Agredano

El sector de la cultura continúa pidiendo ayuda. Fueron uno de los primeros sectores en sufrir las consecuencias de la crisis sanitaria del coronavirus y serán de los últimos en alcanzar la normalidad en su actividad, pero sobre todo nadan contracorriente ante los constantes cambios y restricciones que impiden la celebración de muchas de las citas culturales.

Por ello, 300 trabajadores del ámbito cultural se han concentrado en el bulevar de Gran Capitán bajo el movimiento Alerta Roja "para hacer una simulación de un evento y demostrar que el sector está en pausa". Así lo ha explicado uno de los portavoces, Pepe García-Román, quien ha expuesto que el objetivo es conseguir que las autoridades "aseguren medidas de sustento, al menos hasta que podamos trabajar al 100%".

"Apenas podemos trabajar, y lo que se puede no da para comer", ha apuntado García-Román, que ha especificado que "nuestras demandas no van dirigidas a un único ministerio, van a Cultura, Trabajo y Hacienda". Así, el sector eleva otras reclamaciones que no están relacionadas con la situación actual, sino que las llevan expresando durante muchos años.

Entre ellas, la principal es "pedir a Hacienda que se equipare el IVA cultural con el resto de países de la Unión Europea", que actualmente se encuentra en un 10%, mientras que para Trabajo piden la regularización de los contratos. En concreto, "en algunos casos sufrimos la temporalidad en el trabajo y en otros casos no está adecuado a la situación real de los trabajadores".

En la concentración se realizó la lectura del manifiesto en el que se concretan las solicitudes a las citadas administraciones y se iluminó de rojo la fachada del Gran Teatro. Este acto se engloba dentro del movimiento que se está realizando en redes sociales bajos las etiquetas #AlertaRojaEventos y #HacemosEventos, en la que se comparten fotos con espacios iluminados en rojo.

El manifiesto incluía la petición de considerar al sector de los espectáculos y eventos como uno de los especialmente perjudicados y prioritarios para las intervenciones de las autoridades. Consecuentemente, han solicitado la "reactivación inmediata" de la agenda cultural y de eventos, siempre cumpliendo las indicaciones del Ministerio de Sanidad.

Además, para los trabajadores autónomos han pedido la prórroga de la prestación por el cese de actividad hasta la reactivación con el 100% de los aforos, acompañado de una cotización escalonada. Además, han incluido el reconocimiento del cese de actividad extraordinaria por fuerza mayor y una reducción del tipo impositivo y el establecimiento de deducciones en la cuota del IRPF.

Para las empresas, la recuperación de los ERTE por fuerza mayor total con exención del 100% de las cotizaciones en seguridad social, la adaptación específica de los instrumentos de regulación de empleo a la estacionalidad e intermitencia de la actividad y la Reducción del tipo impositivo del Impuesto de Sociedades para los ejercicios 2020 y 2021, entre otros.

Para el sector en general, se ha pedido  el establecimiento de ayudas directas a autónomos y empresas que acrediten una disminución del volumen de ingresos superior al 50% en relación con el ejercicio anterior, la aplicación del IVA reducido en los sectores vinculados a la industria cultural y una moratoria en créditos ICO hasta la reactivación de la actividad con el 100% de los aforos.

El movimiento Alerta Roja surgió en Inglaterra y se ha logrado un impacto internacional, con presencia en más de 15 países. En España, además de en Córdoba, esta concentración se ha producido en otras 27 capitales, entre ellas Granada, Sevilla y Málaga.

Al tratarse de un movimiento que representa a un sector amplio, son varias las asociaciones que se han unido bajo estos reclamos, ya que la situación afecta a empresas de organización de espectáculos, a técnicos, artistas y muchos otros profesionales. Todos coinciden en que se da " la falta de reconocimiento de una vulnerabilidad clara", por lo que es vital "dar visibilidad a la preocupante situación que vive el sector bajo un mismo lema y dirección que inste a las instituciones a tomar medidas urgentes en las próximas semanas para garantizar su supervivencia".

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