"Cuando piso el escenario sé que estoy en mi casa"

manuel martínez. vocalista de medina azahara

El grupo cordobés presenta esta noche en el Gran Teatro su nuevo disco, 'Las puertas del cielo', cita inicial de una gira que le llevará a lo largo de dos años por toda España y varios países

Manuel Martínez, una vida en el rock.
Alfredo Asensi Córdoba

23 de enero 2015 - 05:00

Medina Azahara arranca gira esta noche (20:30) en el que será el primer concierto desde su nacimiento hace 36 años en el Gran Teatro. Manuel Martínez (voz), Paco Ventura (guitarra), Manuel Ibáñez (teclados), Juanjo Cobacho (bajo) y Nacho Santiago (batería) presentarán sus nuevas canciones y harán un repaso por la historia de la banda. Desde el principio ahí ha estado, con sus letras y su voz, Manuel Martínez, llamando ahora, dylanianamente, a Las puertas del cielo.

-Un pronóstico para el Córdoba-Real Madrid...

-Es difícil. El Real Madrid tiene un enorme potencial y si miramos futbolista por futbolista es complicado hacer un pronóstico positivo para el Córdoba. Pero yo creo que en estos casos hay que pensar en la épica. Un empate sería un gran resultado para el Córdoba.

-Cultural y musicalmente, ¿en qué división está Córdoba?

-Si hablamos de músicos, en Primera División y jugando la Champions. Pero el mundo en general atraviesa un mal momento en cuanto a la cultura musical, cada día se venden menos discos, la gente lo tiene mucho más fácil con las plataformas de internet, que te dan la música prácticamente regalada. Aquí hay grandes músicos que deberían tener más proyección.

-¿Qué significan para ustedes las puertas del cielo?

-Básicamente se trataba de ponerle un título al disco. Estuvimos haciendo un reportaje con fotos y la compañía nos llevó a un sitio en el que había miles de puertas, antiguas, modernas, de todo tipo, y resultaba sugerente porque dentro del disco hay canciones que tienen un componente místico, hablan de amor, del cielo, de ángeles... Buscábamos un nombre y se me ocurrió Las puertas del cielo, que gustó a todo el mundo. Pero no es algo conceptual.

-¿Cómo han preparado este concierto?

-Con mucha ilusión. Siempre hemos presentado los discos en otras ciudades más grandes, por las cosas de las compañías, pero en este caso nos plantamos y dijimos que queríamos presentarlo en Córdoba porque es un disco hecho íntegramente aquí. Queríamos que fuera el principio de la gira. Hablamos con José Antonio Nieto, el alcalde de Córdoba, con el teniente de alcalde de Cultura [Juan Miguel Moreno Calderón] y con la gente del Gran Teatro y todo el mundo se volcó. Y aquí estamos, como punto de salida para Las puertas del cielo. Creo que va a ser una gira importante y es bonito que arranque aquí.

-¿Habrá sorpresas?

-Habrá alguna... Vamos a empezar presentando el disco nuevo y casi completo, quizá por falta de tiempo queden dos sin tocar, y habrá una parte acústica que será la que contenga la sorpresa más memorable para Medina. Y luego un recorrido por algunas de las canciones que son imprescindibles en una gira de Medina Azahara.

-Se les ha resistido el Gran Teatro...

-Cuando tenía unos dieciocho años toqué en el Gran Teatro con un grupo que se llamaba De Pie en la Vida, y desde entonces no he vuelto a tocar. Nunca nos lo hemos planteado y tampoco nos lo han planteado. Si se hubiese planteado antes seguramente lo habríamos hecho. Pero esta es una buena ocasión y se demuestra que cuando algo funciona bien porque todas las cosas se juntan, todo sale mucho más normal. Tenemos un buen disco, hay quien dice que el mejor que hemos hecho, hemos cambiado recientemente de oficina de manager... Creo que este disco está dando un vuelco de nuevo a la situación de Medina Azahara. Se ha juntado todo para que hoy estemos hablando de este concierto.

-¿Cuántas veces se ha reinventado Medina Azahara?

-Somos un grupo atípico dentro de lo típico. Llevamos muchos años y todavía hay gente que piensa que estamos aquí por casualidad. Nosotros en cada disco nos reinventamos porque sabemos que es un examen tanto ante la gente que nos sigue como ante los medios. Tenemos que ser reivindicativos en esto porque sabemos que cada disco va a ser examinado por muchos ojos, oídos y bocas. Nosotros mismos nos exigimos hacer cosas nuevas y diferentes, aunque parezcan iguales a las anteriores porque están todas dentro de un mismo estilo.

-En la relación con las compañías, ¿qué grado de libertad tienen para hacer lo que les parezca oportuno?

-No por tener muchos años dentro de la industria te mueves de otra forma. Antes los discos se vendían por sí solos, había un cierto estatus y el que más vendía en una compañía tenía un trato diferente. Ahora realmente no recibes un trato distinto por el nombre que tengas o el tiempo que lleves en la música. Ahora estamos todos más o menos igual, salvo quien sale y da un pelotazo como Pablo Alborán. Hay muchos artistas y grupos que dicen que tienen discos de oro y de platino y yo, la verdad, no me lo creo porque miro las listas y sé lo que están vendiendo. Pero están dentro de multinacionales que son las que ponen sus discos en los mercados.

-En un panorama musical tan complicado, ¿cómo consiguen encadenar con tanta solvencia un disco tras otro, una gira tras otra?

-Eso es debido a que tenemos una gente que nos sigue desde siempre, que es una base fundamental, y también gente más joven que con cada disco se acopla a nuestro sistema musical. Cada día la familia de Medina Azahara se va agrandando. Cuando tocamos en directo nos dejamos la piel, y eso actualmente es muy difícil de encontrar, no porque los demás no lo quieran hacer sino quizá porque no tienen una base como la nuestra. Para nosotros es esencial dar el máximo en cada actuación.

-¿Qué estímulos sigue encontrando en el escenario?

-Yo creo que todos. Cuando llegas al sitio en el que vas a tocar pasas algunas horas probando sonido para que todo salga perfecto y cuando ya está todo preparado empiezas a esperar a la gente, que va llenando el local y sientes el murmullo, hay gente que canta, gente que comenta cosas... Tú lo estás percibiendo y te crea un cierto nerviosismo, pero de felicidad, no es miedo, es respeto, ganas de que todo salga bien y no haya fallos, y aun así siempre suele haber alguno. Cuando piso el escenario ya todo es distinto, sé que estoy en mi casa, jugando a mi favor, y con la gente tan encantadora que nos sigue todo es más fácil.

-¿Cómo es el proceso de trabajo dentro del grupo: composición, ensayos...?

-Creo que similar al de casi todos los grupos. Hace mucho tiempo, al principio, los temas salían entre todos los miembros, pero era una forma de composición que generaba problemas. Siempre había alguien que decía que había hecho más que el otro... Y sobre todo cuando empiezas a ganar dinero por la autoría todo el mundo quiere una parte mayor. Vimos que eso no era positivo y en realidad hemos cambiado varias veces de fórmula. Actualmente, yo hago una letra y la melodía y alguien le pone la música, Paco Ventura o Manuel Ibáñez. En otros casos ellos hacen una música y yo le pongo la letra y la melodía. Solemos hacerlo así, entre dos o tres personas. Es mejor porque hay menos discusiones en el grupo, menos roces, y todos nos llevamos lo mismo. El proceso posterior es hacer la maqueta, se le presenta al resto del grupo y se ensaya. Y cuando tenemos más o menos el número de canciones previsto, grabamos el álbum. Y empieza la nueva gira y todo el jaleo.

-¿Descartan mucho material?

-Algunas sí se descartan, pero no demasiadas. No somos un grupo que piense en hacer discos de muchísimas canciones. Cuando estás componiendo, rápidamente te das cuenta de cuándo algo no va a funcionar, y a veces ni terminas el tema. Cuando trabajamos sobre algo es porque realmente nos gusta y lo que hay que hacer es convencer al resto del grupo. En este último trabajo ha habido dos o tres descartes. Podrían haber entrado, pero la compañía optó por dejarlas fuera.

-¿Su siguiente objetivo en Córdoba es el Teatro de la Axerquía, donde no han tocado desde su reapertura?

-Tenemos ganas y queremos volver a Córdoba en septiembre y hacer algo grande en el Teatro de la Axerquía con algún invitado, un grupo o artista de renombre nacional e internacional. Ya que se ha quedado tanta gente sin entrada para el concierto del Gran Teatro estaría bien hacer allí un concierto con más espectáculo porque el sitio lo requiere. Si sale todo, creo que será algo sorprendente.

-¿En qué momento está el rock?

-Depende del país. En España está en Segunda División y casi en Tercera porque priman el pop y la canción melódica tipo Pablo Alborán, Bisbal o Bustamante. Pero hay seguidores que se enganchan a un grupo y están hasta la muerte con él. Tenemos esa ventaja: unos seguidores admirables.

-Más allá de la música, ¿cómo es su visión de la Córdoba actual?

-Veo una Córdoba con mucho futuro. Es una ciudad tranquila en la se vive muy bien, y eso a la gente le da para pensar y para hacer grandes obras. Es una ciudad destacada en términos culturales a nivel nacional y espero que en el futuro seguirá destacando y tendrá ese sitio que perdió con Córdoba 2016.

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