música

La mejor interpretación para un 'piano romántico'

  • María Márquez Torres, joven pianista internacional, ofrecerá un concierto mañana en el Centro de Recepción de Visitantes a las 20:00

  • La artista acumula más de 400 recitales

María Márquez, durante una actuación.

María Márquez, durante una actuación. / fotos: el día

Es de Vélez-Málaga, tiene 28 años y, a pesar de su juventud, María Márquez Torres ha interpretado más de 400 recitales como solista y con orquesta en espacios tan emblemáticos como el famoso Tempondrom de Berlin. Los aplausos no le han faltado en Inglaterra, Polonia, Francia, Alemania, Holanda, Chicago, Nueva York -con crítica incluida del New York Times-, Los Ángeles (California), Suiza, México o Austria. Mañana hará una parada en la capital cordobesa para ofrecer un exquisito programa decimonónico, con el título Un piano romántico, interpretando grandes piezas de compositores españoles del siglo XIX, como Enrique Granados, Isaac Albéniz y Ernesto Lecuona, sin olvidar la obra del virtuoso pianista polaco, Frederic Chopin, uno de los mayores representantes del romanticismo.

Tal es la importancia pianística y musical de este compositor a nivel internacional que, en la búsqueda del perfeccionamiento de esta joven veleña que toca el piano desde los cinco años, viajó a Varsovia para realizar el Máster en Interpretación Pianística por la Universidad Frederic Chopin con el profesor Ramiro Sanjines y el catedrático Jerzy Romaniuk. Allí, relata la joven, después de seis años, "he tenido el privilegio de contar con dos de los mejores maestros de todo el mundo y me he traído a España una nueva visión de la técnica pianística enlazada con la técnica rusa, basada en el peso y la fuerza de nuestro propio cuerpo de manera natural". También, añade sonriendo, "vengo con un idioma nuevo, mucho repertorio y grandes amistades polacas".

El recital contará con obras de los románticos Granados, Albéniz o Chopin

Esa evolución de su técnica, conseguida con disciplina, trabajo y esfuerzo, la plasmará con gran habilidad en el recital de mañana que, en una hora aproximada de duración, expone, "tiene la particularidad de que va a ser comentado". Antes de tocar cada pieza "explicaré brevemente el período, el estilo y el autor de la misma, añadiendo alguna curiosidad o anécdota". Así, por ejemplo, interpretará tres obras de Chopin: mazurcas, basadas en la danza tradicional polaca; valses, muy diferentes al vienés -donde Márquez explicará cómo distinguir su particular ritmo- y el famoso Estudio Revolucionario (Op. 10, n.º 12 en Do menor) compuesto en la Revolución de los Cadetes, en pleno levantamiento de Polonia contra Rusia en 1831. "Una maravillosa intrahistoria que todo el mundo debería conocer", añade.

Este repertorio que pertenece al patrimonio español, europeo y cubano (Ernesto Lecuona nació en Cuba dos años antes de que dejara de ser española) "es fascinante". Para la intérprete "es un deber conocer ese patrimonio". Por eso, "quien vaya al concierto se encontrará con una pianista en un sencillo escenario que defenderá esas obras tanto con palabras como con la música: distintos estilos, dentro de un mismo periodo, que nos ha dado un prolífico siglo XIX musical en España, Europa y América".

Cuando transmites con pasión y consciencia un patrimonio universal, como es la música, y ves la cara de satisfacción de un público emocionado, "mi misión ha sido cumplida", concluye la pianista. Con total seguridad, así será mañana.

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