La lluvia no pudo con el Salmón

Inicio accidentado

Andrés Calamaro inauguró anoche la tercera edición de Eutopía con un concierto en la Axerquía que comenzó con retraso debido a los problemas causados por la llovizna que cayó por la tarde en la ciudad

Andrés Calamaro, con algunos de sus acompañantes, en una de las primeras canciones que interpretó ayer en Córdoba.
Andrés Calamaro, con algunos de sus acompañantes, en una de las primeras canciones que interpretó ayer en Córdoba.
Ángela Alba / Córdoba

19 de septiembre 2008 - 05:00

Con retraso y a pesar de la lluvia, Andrés Calamaro, la voz del rock argentino, el músico más prolífico de su país, se reencontró anoche con sus seguidores cordobeses después de un largo periodo sin ofrecer una actuación en la ciudad. Por primera vez en solitario, el Salmón deleitó a los asistentes al concierto de presentación de La lengua popular (su último trabajo discográfico), en el que también recordó algunos de los temas más representativos de su carrera.

Lo que pasó ayer en el Teatro de la Axerquía guarda no pocas coincidencias con los sucesos que marcaron el concierto que Dulce Pontes y Estrella Morente ofrecieron en el mismo escenario hace poco más de dos meses, en el marco del Festival de la Guitarra. La lluvia que cayó por la tarde (que hizo temer a muchos fans por la suspensión del espectáculo) causó problemas técnicos y provocó que el artista no pudiera realizar la prueba de sonido hasta casi la hora en que estaba previsto el inicio de su actuación. Eran las 22:00 cuando se abrieron las puertas del recinto. Más de 3.000 personas esperaban en los aledaños. La entrada en el teatro de la interminable cadena humana fue lenta. Consecuencia de todo ello: Josele Santiago se quedó sin ejercer su papel de telonero. El madrileño cantó después.

Acompañado por seis músicos, todos de negro, y con El Salmón y Los chicos como primeras propuestas, Calamaro empezó a cantar al filo de las 23:00. Finalmente el argentino pudo cumplir con esta etapa de su gira, impregnando el Teatro de la Axerquía de su genio, de su capacidad extraordinaria para crear canciones admirables tanto en los viejos como en los nuevos tiempos, y de su característico temperamento.

El público, llegado desde varias ciudades andaluzas, cumplió fielmente con el músico (a pesar de las circunstancias) y lo siguió en los temas elegidos de su extenso repertorio. El ex miembro de Los Rodríguez estuvo acompañado en algunas de las canciones por su amigo Jaime Urrutia.

Aunque en los últimos tiempos Calamaro ha decidido experimentar con composiciones que se acercan a los ritmos populares argentinos y al tango, lo cierto es que el verdadero protagonista del concierto fue el rock, desde las canciones más lentas e íntimas hasta las más movidas y bailables de letras alegres.

Desde Honestidad brutal a La lengua popular pasando por El palacio de las flores y Alta suciedad, el artista propuso un repaso a su trayectoria para inaugurar la tercera edición de Eutopía. Una apertura por todo lo alto para esta cita.

Simplemente Calamaro. Porque aún le queda mucha música que dar y las musas no le han abandonado. Porque sabe que su público es incondicional. Porque, aunque afirme en una de sus canciones que "ya no soy el viejo Andrés", sigue apasionando y revolucionando generación tras generación al que lo escucha.

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