El flamenco señala la docencia como la vía de su desarrollo futuro

La conveniencia de profesionalizar al máximo la enseñanza del flamenco en las academias, así como la diatriba que se plantea entre la excesiva formación académica que se imparte en la actualidad y la necesidad de poseer ciertas cualidades innatas para la puesta en práctica de este arte fueron las ideas centralizadoras del coloquio que se desarrolló en el marco incomparable que propicia el Salón de Tapices del Palacio de Viana, que ayer acogió una nueva jornada de los Diálogos en Viana, ciclo organizado por el Día y Cajasur. Bajo el título Flamencología XXI. Pasado, presente y futuro del Concurso Nacional de Arte Flamenco, representantes autorizados y muy ligados a Córdoba del arte más representativo de la idiosincrasia andaluza debatieron acerca del estado de salud del que gozan actualmente tanto el flamenco como el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, que precisamente en estos días está llevando a cabo de su vigesimoprimera edición.

Vídeo: José Martínez

El director del Palacio de Viana, Leopoldo Izquierdo, abrió en nombre de la institución que acogió el acto la ronda de intervenciones, dejando paso a la presentación del coloquio por parte del director de el Día, Juan Ruz. El debate que se abrió durante el coloquio estuvo moderado por Alfredo Asensi, jefe de Cultura de el Día, y tuvo como protagonistas al cantaor Calixto Sánchez, la bailaora y profesora de danza Maica Moyano, el guitarrista José Antonio Rodríguez y el también guitarrista, además de profesor del Conservatorio Superior de Música de Córdoba, Paco Serrano. A ellos se sumó Ramón López, gerente del Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE), entidad que organiza el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.

El estado actual del flamenco, la salud de la que goza este arte milenario, fue la primera diatriba que se introdujo en la charla y produjo una conclusión prácticamente unánime en torno a su fortaleza actual, con diversos matices, eso sí, en cuanto a la formación docente que se imparte hoy en día en las academias respecto a este arte. Abrió la charla Calixto Sánchez, el cantaor de Mairena del Alcor, que defendió que "el flamenco se encuentra siempre en el mismo momento, regido por la ley del péndulo, que se aleja en cierta ocasión, luego llega a su cénit y vuelve hacia atrás". En un breve y didáctico repaso sobre la historia del flamenco, Sánchez incidió en que "en los años 80 llegó el problema de la droga, que propició que se perdieran muchos cantaores de primer nivel que habrían llegado hasta nuestros días". Pese a todo, el cantaor defendió que "el arte sigue adelante y la gente tiene hoy a su alcance todas las posibilidades que antes no teníamos; ahora está internet y existen las academias". José Antonio Rodríguez, por su parte, aseguró que "el flamenco es jovencísimo, yo recuerdo mis inicios y nada tiene que ver, se ha avanzado mucho llevando el flamenco a los centros de docencia". Eso sí, el guitarrista se cuestionó "si es el camino adecuado o no, porque quizás falta coordinar la manera de coordinar esta docencia". Y es que Rodríguez defendió que los artistas de su generación aprendieron el flamenco "de manera más directa".

Esa idea condujo la opinión de Paco Serrano, que reconoció que en sus inicios en la docencia se sentía "un poco ajeno, me sentía más parte de la transmisión oral, de la relación con las peñas y con los aficionados", lo que propiciaba "una enseñanza lenta pero sólida". En términos similares se expresó Maica Moyano, que recordó sus inicios cuando "aprendíamos el flamenco en las peñas, en las tabernas, y era algo fresco y sorpresivo porque no teníamos otra enseñanza". La bailaora se mostró crítica con la forma en la que el flamenco entró en la docencia, a raíz de la Logse y la doctrina del "apto o no apto, aunque por fortuna eso ha cambiado". Y respecto a su campo dentro de este arte, el baile, Moyano señaló que "hoy en día se copia mucho y además hay mucha tendencia a mezclar lo clásico con el contemporáneo".

Por su parte, Ramón López quiso puntualizar que "la gente de la cultura somos un poco pesimistas, pero hace años que vengo oyendo que el flamenco está en crisis y creo que se ha avanzado mucho, tenemos espacios adecuados, artistas de primer nivel y nunca se ha empleado tanto presupuesto en el flamenco". López puso el foco de atención sobre el público, del que señaló que "se echa en falta su afluencia a espectáculos que se organizan de primera calidad".

Otro de los temas de debate fue el legado de los grandes maestros del flamenco y su presencia en la actualidad. En este sentido, Maica Moyano señaló que observa "dos tendencias, una que vuelve a los ancestros, a lo puro, y otra que mezcla con el contemporáneo y recibe críticas fulminantes", lo que llevó a concluir: "¿Quién tiene la verdad en esto? El arte es tan amplio...". Eso sí, la bailaora reconoció que "hoy en día pocas cosas me ponen el vello de punta".

La visión del mundo de la guitarra la aportó Paco Serrano, que señaló que "hoy en día hay más guitarristas que nunca y tocando mejor que antes". El guitarrista cree que "la situación no es mala pero en el tema del legado en el flamenco se abren dos corrientes: una que señala que el flamenco no se aprende y otra que parece querer reflejar que el flamenco se aprende a partir de una partitura". Por ello, Serrano abogó por "encontrar el punto de equilibrio entre ambas".

Más crítico se mostró en este sentido Calixto Sánchez, que señaló que "no es lo mismo saber y comprender de flamenco que ser artista", ya que según el cantaor mairenero "hay excesiva titulitis y la creencia de que cualquiera puede ser artista". Por su parte, José Antonio Rodríguez recordó que "se evoluciona siempre en base a algo, escuchando a los maestros", y puso el foco en "la época de irresponsabilidad que ha habido en el flamenco" para concluir que "la evolución la hace el que puede, no el que quiere".

Para concluir, Alfredo Asensi pidió a los participantes en el coloquio un análisis del estado actual del flamenco en Córdoba y del Concurso Nacional de Arte Flamenco que se celebra en la ciudad califal cada tres años. Maica Moyano indicó que lo ve "limitado, falto de más actividad", y abogó por un mayor "acercamiento al público", al tiempo que lamentó que "no hay mucha tradición de tablaos y en general hay pocos espectáculos". José Antonio Rodríguez, por su parte, extrapoló su veredicto a la situación de la cultura en España y opinó que "la gente debe acudir al flamenco y no al revés", además de recordar que "respecto al concurso, no podemos exigir desde nuestra perspectiva actual, porque yo por ejemplo era un niño cuando gané el concurso". Calixto Sánchez añadió un nuevo matiz al debate, al apuntar que "estamos acostumbrando a la gente a no pagar y no se valora lo que se da gratis", algo que reafirmó Ramón López, que aseguró que "nunca fui partidario del todo gratis, porque se devalúa todo". Para terminar, y sobre el concurso, el gerente del IMAE defendió que ve el certamen como "una de las instituciones culturales más importantes de la ciudad, con más historia", al que además observa "muy vivo, aunque ha habido distintas épocas, pero siempre se plantean cambios, renovación, por lo que lo veo terriblemente vivo".