Una exposición revisa la trayectoria fotográfica de los hermanos Vargas
La sala Orive exhibe más de 80 imágenes que ofrecen un singular testimonio del desarrollo de la sociedad peruana en las décadas iniciales del pasado siglo
Arequipa, Perú, comienzos del siglo XX. Dos hermanos fundan un estudio que resultará fundamental en la evolución de la fotografía en su país y en América Latina. Carlos y Miguel Vargas se muestran fascinados por las posibilidades del arte fotográfico y se dedican a retratar las escenas cotidianas de su ciudad y a experimentar con formatos y técnicas. Una muestra de su trabajo llega ahora a Córdoba tras diversas escalas en Houston, París, La Coruña y Valencia. Arequipa en blanco y negro. El estudio de arte de Vargas Hnos. 1912-1930 es la primera entrega del calendario fotográfico de 2010, que culminará a finales de año con una edición de la Bienal de Fotografía que promete ser "una de las mejores de cuantas se han celebrado", según el delegado municipal de Cultura, Rafael Blanco.
Más de 80 fotografías integran la exposición: retratos, paisajes urbanos, escenas organizadas teatralmente y con variedad de recursos de iluminación, vistas nocturnas con una puesta en escena casi cinematográfica... Los hermanos Vargas muestran las costumbres de la sociedad arequipeña, sus trabajos, liturgias y clases en unas imágenes tomadas entre 1912 y 1930 cuyas placas originales han sido restauradas.
Carlos y Miguel Vargas nacieron en una familia modesta pero recibieron una educación muy completa. En su adolescencia recibieron un premio por la construcción de una cámara fotográfica, circunstancia que les permitió empezar a trabajar como aprendices en el estudio del fotógrafo Max T. Vargas. Años después abrirían su propia galería, que se convirtió en un centro cultural por el que pasaban poetas, músicos y pintores.
"Los hermanos Vargas son unos artistas únicos que reflejan con su trabajo la capacidad creativa de Perú, un país que tuvo un momento de esplendor artístico y de expansión social y económica a comienzos del siglo XX", indicó ayer Blanco. Arequipa en blanco y negro "muestra un concepto claro de la fotografía entendida como un arte que refleja un tiempo, un espacio y unas circunstancias históricas".
Elena Navarro, directora de Canopia, la empresa que ha restaurado las imágenes, destacó que "el riquísimo archivo fotográfico de los Vargas fue posible gracias al crecimiento económico de Arequipa, una ciudad costera en la que surgió una forma de entender la fotografía muy singular y distinta a la de otros lugares". El estudio de estos peruanos "puede ser comparado con cualquiera de los mejores estudios europeos y americanos del momento".
La exposición es visitable hasta el 14 de marzo, de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00.
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