El otro espectáculo del Circo del Sol

artes escénicas Un incidente inesperado

Un problema técnico provocó la suspensión el viernes de la obra 'Corteo' en Sevilla, sin previo aviso y con el público en la sala · El desconcierto inicial se fue transformando en la más absoluta indignación

Un reciente ensayo de 'Corteo'.
Máximo Ortega Capitán

18 de septiembre 2011 - 05:00

Viernes 16 de septiembre de 2011, 18:30. Los cerca de 300 trabajadores del Circo del Sol, contando entre ellos artistas, técnicos, acomodadores y el resto del personal de servicios que compone el espectáculo Corteo en su gira por España, ocupan la pista central del Grand Chapiteau. A la cabeza, el máximo responsable del espectáculo lee ante el público asistente el siguiente comunicado: "Queridas damas y caballeros, niños y niñas. Cinco minutos antes del inicio del espectáculo hemos detectado un problema técnico en el sistema de frenado de la estructura que permite hacer los números aéreos. Dicho problema compromete la seguridad de los artistas y pone en serio peligro sus vidas. Nuestros técnicos han hecho todo lo posible por arreglarlo. Sin embargo, el tiempo que debe invertirse para restablecer la seguridad del sistema no nos garantiza la reanudación en breve. Por consiguiente, lamentamos comunicarles que la función queda suspendida. Ante este fatal contratiempo, ajeno totalmente a la voluntad de quienes conformamos este espectáculo, nos presentamos para pedir nuestra más sincera disculpa. Acabo de informar de lo sucedido a Guy Laliberté y Daniele Finzi Pasca, los máximos responsables de la compañía a nivel mundial, y se unen a nuestra petición. También nos han comunicado que en compensación, el Circo del Sol anuncia que prolongará su estancia en Sevilla un día más para que todos ustedes puedan disfrutar de nuestro espectáculo de forma totalmente gratuita. Para ello, a lo largo de estos días podrán, a través de nuestros teléfonos o en la taquilla, realizar los trámites para la devolución del importe de las entradas de hoy y la entrega gratuita de la nueva entrada. Para aquellas personas que no residen en Sevilla y venidas de lejos, nuestra disculpa es doblemente mayor. Además de devolverles el importe, intentaremos por todos los medios ofrecerles una entrada gratuita para las funciones que se realizarán durante este fin de semana. Para ello hemos habilitado una zona donde nuestro personal atenderá sus necesidades y quejas en caso de que existan. El Circo del Sol lo formamos una gran familia y estamos a su entera disposición. Muchísimas gracias por su atención y comprensión".

Este es el comunicado que el Circo del Sol pudo haber realizado ante las 2.700 personas que completaron el aforo del Grand Chapiteau para presenciar lo que muchos consideran el mayor espectáculo del mundo. Desgraciadamente, las 2.700 almas solo vieron cinco minutos de función. Lo acontecido después fue un cúmulo de contratiempos más propios de las tanganas generadas en los aeropuertos cuando hay huelga de controladores. El desconcierto inicial se fue transformando en la más absoluta indignación. Los comunicados, que solo informaron sobre la espera, el desalojo del patio de butacas y posteriormente la suspensión de la función, se realizaron solo por megafonía. Se entregaron unos folios con información para el reembolso de las entradas y poco más. Ante el trato impersonal y falto de profesionalidad recibido por la organización, muchos fueron los que solicitaron hojas de reclamaciones, que amablemente les fueron entregadas. Pero la organización fue incapaz de recogerlas por desconocimiento a la hora de hacerlas efectivas, ya que prescindía del sello obligatorio de la empresa para poder cursar las reclamaciones. Familias de Almería, Cádiz, Cuenca, Valladolid, Valencia o Tenerife, desplazadas a Sevilla expresamente para ver la función, no encontraron el mayor consuelo y atención por parte de una multinacional del entretenimiento que presume de tener en su haber a 5.000 empleados, espectáculos en gira por todos los continentes y 100 millones de espectadores conseguidos. Víctor, un niño de cuatro años que acudía por primera vez al circo, de regreso a su casa en Córdoba definió su primer contacto con este espectáculo como "mucha gente enfadada hablando con la policía". Buen aval para una corporación artística de prestigio mundial que excusó todo lo ocurrido como "gajes del oficio". Quienes tuvieron la mala suerte de acudir el pasado viernes fueron testigos de cómo el Circo del Sol, en lugar de dar la cara, les ofreció la cruz. Una lastima.

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