Cultura

De la consulta a los grandes circuitos del arte

  • Citoler, odontóloga de profesión, ha reunido más de 1.000 obras artísticas

Aunque su interés por el arte contemporáneo nació en plena juventud, no fue hasta 1972 cuando Pilar Citoler (Zaragoza, 1937) adquirió su primera obra. Estudió Medicina y Estomatología en las universidades de Madrid y Zaragoza, impartiendo clases en esta última. En los años 60 traslada su residencia a Madrid, pero no fue la capital la que la impulsó en su afán por el coleccionismo, sino los frecuentes contactos con Cuenca, ciudad en la que descubrió el Museo de Arte Abstracto Español que Zóbel acababa de crear y en la que compró la que fuera casa del pintor, escultor y artista gráfico Eusebio Sempere.

Hace más de 35 años que adquirió su primer cuadro, El andaluz perdido, de José Caballero, en la galería Juana Mordó de Madrid, y desde entonces ha reunido más de un millar de obras de arte entre pinturas, esculturas, bibliofilia contemporánea y, en la última década, también fotografía y vídeo, recogidas bajo el nombre de Circa XX. A partir de los años 70 defiende la importancia de la pintura española, coleccionando tanto a los artistas de El Paso como a los del llamado grupo de Cuenca. Ya en los 80, Citoler apuesta por los movimientos artísticos que surgieron con la movida, coleccionando obras de jóvenes artistas.

Su interés por el coleccionismo la lleva a acudir a ferias internacionales de arte, en las que entra en contacto con autores del pop norteamericano, de los que también adquiere obras. Además forja amistad con galeristas, creadores y críticos de arte como Michel Tapié, que la introduce en la influencia del grupo japonés informalista Gutai, que Citoler colecciona con intensidad.

Sus más de 1.000 obras se encuentran repartidas entre dos casas y la clínica en la que ejerce su profesión de dentista, un trabajo con el que ha conseguido el dinero necesario que la ha ayudado a llevar a cabo su pasión por el arte. Desde la niñez comenzó a viajar a París para aprender francés, y allí además comenzó a ver las novedades artísticas del que en ese momento era el gran epicentro de la cultura europea.

Sus obras constituyen un universo construido a su medida, a partir de sus criterios estéticos y de forma "personal, independiente y autónoma". Se trata de una extraña convivencia de autores entre los que se encuentran Pablo Picasso, Joan Miró, Antoni Tapies y Eduardo Arroyo, entre los españoles; Dubuffet, Le Corbusier, Lèger o Michaux entre los europeos; y Lichtenstein y Warhol entre los americanos. Jesse Fernández, Leonor Fini, Conrad Marca-Relli, Henri Michaux, Ben Nicholson o Emil Nolde son otros de los nombres que componen Circa XX. Ésta es una de las colecciones particulares más importantes de España. Los creadores españoles de posguerra, los miembros de los grupos El Paso y de Cuenca, los artistas normativos y geométricos, el pop norteamericano e inglés, aquellos otros pintores y escultores que se podrían calificar como singulares o solitarios y, por último, artistas que se encuentran en el inicio de una primera madurez creativa, conforman el grueso y el fondo de esta colección, fruto de una vida y del trabajo incansable de Citoler.

En los últimos años, la zaragozana ha establecido una cordial relación con Córdoba, de la cual es expresión el premio fotográfico que lleva su nombre, organizado por la Universidad y la Fundación Rafael Botí.

Desde 2007 es presidenta del Patronato del Museo Reina Sofía y ha constituido la Fundación Pilar Citoler.

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