Una bomba para el rock
Los irlandeses U2 cambiaron el rumbo de la música hace 25 años con 'War', un álbum para agitar la conciencia más allá de sus canciones
Fue un asalto a mano armada, toda una bomba musical que revolucionó el rock y que convirtió a sus creadores, U2, en uno de los pocos grupos en todo el mundo llamados a tocar el cielo. War, el tercer álbum de los irlandeses, cumple ahora 25 años convertido no sólo en uno de los discos más vendidos de toda la historia, sino con la certeza de haber sido un pozo de descubrimientos y aciertos en lo musical y un himno para las conciencias en lo social y político.
"War es, más que ningún otro, un disco de su tiempo, una bofetada en la cara". Así definía Bono, líder de U2, en 1983 un disco que había nacido con la intención de inducir al cambio. Ya sólo el momento de su lanzamiento determinó en gran parte todo lo que se podría escuchar en él; era un tiempo convulso, con conflictos internacionales en Oriente Medio y las Malvinas, y las canciones, más que nunca, debían convertirse en dardos que movilizasen para la actuación.
Todo comenzó con riff de guitarra de The Edge. Sumido en una fuerte crisis como músico tras una pelea con su novia, la otra mitad de U2 se metió de lleno a componer y decidió tomar las riendas del que sería el mayor éxito de su tercer trabajo. Sunday Bloody Sunday sonaba en sus inicios tan arrebatadora como ahora. Escrita a partir de los hechos ocurridos en el Domingo Sangriento de 1972, en el que murieron 14 personas, estuvo mucho tiempo erróneamente considerada como una canción rebelde por aquellos que no supieron leer las notas de pacifismo activo que había detrás de cada palabra y que aún hoy siguen siendo el emblema de una banda famosa por su labor en organizaciones como Amnistía Internacional o Greenpeace.
War contó con la producción de Steve Lillywhite, quien ya había trabajado con los irlandeses en October. Suyas fueron algunas de las ocurrencias más curiosas que ya forman parte de la historia de la música, como incorporar en Sunday Bloody Sunday un click track de batería -igual que el de Andy Newmark (Sly & The Family Stone)- o hacer que la banda grabase el tema que cerraba el álbum, 40, en apenas media hora de encierro en los estudios de grabación.
New Year's Day, dedicado al Premio Nobel de la Paz Lech Walesa; Two hearts beat as one, compuesto durante la luna de miel en Jamaica de Bono con su esposa Ali; Like a song..., Drowning man, The refugee o Surrender vinieron a completar este disco-manifiesto que también ha pasado a la historia por su portada. Magullado, con las manos en la nuca y una mirada desafiante, el niño Peter Rowan (hermano pequeño de Dereck, de The Virgin Prunes, banda amiga de U2 desde sus inicios) volvía a ser la imagen de los irlandeses al igual que lo fuera en Boy (1980), y un símbolo de la inocencia robada que es el rock.
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