Versos para cada rincón de la ciudad

Desde la plaza de la Compañía hasta el Alcázar de los Reyes Cristianos un grupo de mujeres descubre los rincones de Córdoba vistos desde los ojos y los versos de 13 poetas cordobesas o residentes en la ciudad. Paso a paso por las calles empedradas del Casco Histórico, fijando las miradas en las paredes encaladas, una ruta llena de explicaciones que giran en torno al pasado, que hablan de los pueblos que dejaron sus vestigios en la ciudad y en sus gentes.

La plaza de la Compañía es el punto de encuentro para las 12 participantes de La ciudad de las mujeres, la actividad que abre la quinta edición de Cosmopoética. Rodeadas por la iglesia de la Inmaculada, el colegio Santa Victoria y ante la atenta mirada del arcángel San Rafael desde su triunfo, la guía que las acompañará por este recorrido, Francisca Galera, y la actriz Lola Espinosa, recitadora de los poemas, dan comienzo a la actividad. Olga Pérez es la poeta que dedica sus versos a esta plaza. Desde aquí y pasando por la calle Ángel de Saavedra y la plaza Agrupación de Cofradías llegan hasta la calleja de la Hoguera. "Esta calle no la habíamos visto nosotras", aseguró una de las participantes. "¡Qué bonita!", añadieron otras. Típica calle árabe en forma de zig-zag, llena de magia y encanto, es el escenario de otra lectura poética, esta vez de versos de Juana Castro dedicados al pintor Miguel del Moral, que tuvo por estos alrededores su estudio. De nuevo en marcha, y pasando por el muro norte de la Mezquita, llegan hasta la calleja de las Flores, emblemática estampa del Casco Histórico, tanto que incluso hay que esperar turno para entrar a visitarla.

Araceli Sánchez ha elegido este lugar para escribir una poesía titulada Dédalo. "Como a ti te seduce esa palabra / me transportan tus manos encendidas / recorriendo mi espalda constelada / pues mapa celeste soy en mi reverso / con tu signo cosido a mis esquinas", comienza Sánchez.

Siguiente parada: el Patio de los Naranjos y la poesía de Concha García dedicada al caño de la Fuente del Olivo. Espinosa también lee el poema de Alejandra Vanessa que tiene como protagonista a la Piedra Escrita, que no entra dentro del recorrido por lejanía a los demás puntos. Son las 12:00 y doblan las campanas mientras el grupo atraviesa el citado Patio y una cigüeña indecisa lo sobrevuela y duda si posarse o no en la torre de la Catedral.

Este escenario lleno de turistas da lugar a comentarios sobre su grandiosidad: "Esto nos hace ver lo que tenemos, aunque a veces no le damos aprecio". Pasan por calles estrechas como Medina y Corella y Albucasis, donde hay otro alto en el camino con una lectura de Virginia Fuentes sobre la Cuesta de la Traición y Reventón. El olor del azahar inunda las calles. Entre las estatuas de Séneca y Averroes, junto a la muralla de la calle Cairuán, Espinosa recita unos versos de Pilar Sanabria.

Como punto y final, los jardines del Alcázar clausuran la actividad con Balbina Prior y un poema dedicado a la sirena de piedra que en una época estuvo adornando las albercas. Con esta bella estampa La ciudad de las mujeres llega a su fin pero las integrantes del grupo se quedan para descubrir por ellas mismas los secretos que les muestra este histórico monumento de la ciudad.