Cultura

Último adiós a Antonio Povedano

  • La parroquia Beato Álvaro de Córdoba despidió ayer al pintor, vidriero, profesor de pintura y amante del flamenco, fallecido el domingo, en una ceremonia a la que no quiso faltar ninguno de sus numerosos amigos

El mundo de la cultura cordobesa intenta recuperarse de la triste pérdida del artista Antonio Povedano, que falleció en la madrugada del domingo a los 89 años de edad. Ayer, sus familiares y amigos quisieron darle el último adiós a uno de los pioneros de la pintura abstracta en España.

El silencio y la tristeza se adueñaron desde las 12:30 de la parroquia Beato Álvaro de Córdoba, donde nadie quiso perderse el funeral en memoria de este cordobés de adopción. Lo único que se escuchaba eran los susurros que destacaban, más que la trayectoria artística de Povedano, la calidad humana de este ilustre creador. Como dijo la alcaldesa, Rosa Aguilar, "Córdoba, con Antonio, no sólo pierde un artista extraordinario y un pintor magnífico, sino también una excelente persona que era todo generosidad y entrega. Antonio ha enriquecido la ciudad no sólo desde el punto de vista cultural sino también desde el punto de vista humano". Entre los representantes institucionales (como el concejal de Ferias y Festejos, Marcelino Ferrero, o el de Seguridad y Tráfico, José Joaquín Cuadra) también asistió el delegado de Cultura, Rafael Blanco, que destacó que Povedano "ha dedicado su vida a la creación artística, donde no sólo ha dejado un legado muy importante sino que también, en su última etapa, y con la misma fuerza, enseñó todo lo que sabía a través de los cursos que impartió primero en Priego y después en Córdoba. Mucha gente ha conocido en ellos ese amor por plasmar el paisaje de una manera muy determinada, como Antonio siempre hizo".

Nadie quiso perderse la despedida de este artista de temprana vocación cuya importancia en el arte español del siglo XX queda corroborada por la cantidad de estudios que se han realizado acerca de su obra. El mundo de la creación artística cordobesa estuvo representado por, entre otros, el director de la Escuela de Artes y Oficios -donde Povedano fue docente-, Miguel Clémentson, el pintor y escritor Ginés Liébana o el también pintor Antonio Bujalance, que destacó que "la obra de Antonio es extensísima en el terreno de la pintura, la gráfica, el dibujo, la ilustración y la pintura de caballete, resaltando su trabajo como muralista y en el mundo de la vidriera, donde ha sido el pionero en Córdoba".

Las nuevas generaciones de artistas cordobeses, para las que Povedano se ha convertido en un referente, también quisieron estar presentes. No faltaron Miguel Gómez Losada, Fernando M. Romero o Antonio Castilla. Pero no sólo el mundo de la pintura estuvo presente. Figuras de todas las disciplinas artísticas lamentaron ayer su pérdida como la escritora Matilde Cabello, que incidió en que "fue un artista honesto que se esforzó por llegar a ser un maestro en todos los sentidos". El mundo del flamenco, al que pintor estuvo muy vinculado, no podía faltar a esta despedida. La tristeza embargada al crítico de flamenco Agustín Gómez y al cantaor Luis de Córdoba, que resaltó que "Antonio siempre confesó ser un cantaor frustrado que cantaba y escuchaba flamenco mientras pintaba. Fue, además, un gran conocedor de este arte".

Muy apenado por el adiós de uno de sus grandes amigos se mostró el consejero editorial del Grupo Joly Manuel Concha, al que le unía una gran amistad con Povedano y que expresó palabras de admiración por un artista "que hasta el último momento estuvo pensando en su próxima exposición. Era un hombre polifacético que creía profundamente en el arte auténtico". Los aplausos de todos los asistentes que despidieron el féretro a la salida de la parroquia fueron la muestra del sentimiento que la ciudad de Córdoba le brinda a este maestro, que ha dejado para todos los amantes de las artes plásticas un legado con el que siempre recordar su figura.

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