Toledo exhibe la muestra más relevante realizada hasta ahora sobre El Greco
La exposición reúne 125 de las 300 pinturas del cretense que hay localizadas en el mundo
La exposición más relevante e importante que ha habido nunca sobre El Greco se presentó ayer en el Museo de Santa Cruz y en otros cinco edificios de Toledo que conservan sus cuadros y reúne 125 de las alrededor de 300 pinturas del cretense que hay en todo el mundo. El presidente de la Fundación El Greco 2014, Gregorio Marañón, y el comisario de la exposición El griego de Toledo, Fernando Marías, presentaron esta muestra que será inaugurada hoy por la Reina Sofía.
El griego de Toledo es la gran exposición del año en que se conmemora el cuarto centenario de la muerte de El Greco, pero también es "la más relevante, más importante, más significativa que se ha hecho nunca sobre nuestro pintor", subrayó Marañón.
El grueso de la muestra está en el Museo de Santa Cruz, donde se exhiben sus propios grecos (once) y todos los que han llegado desde once países y 29 ciudades de todo el mundo. En total, 76 pinturas, incluyendo el San Pedro y San Pablo del Hermitage de San Petersburgo (Rusia), que no ha llegado a tiempo para la inauguración, pero que estará en Toledo la semana que viene.
Los demás edificios de la ciudad que muestran la obra de El Greco son la sacristía de la Catedral, la iglesia y la sacristía del Hospital Tavera, la iglesia de Santo Tomé, el convento de Santo Domingo el Antiguo y la capilla de San José.
No en vano, Gregorio Marañón dejó claro que "solamente en Toledo podíamos celebrar esta exposición", y Fernando Marías indicó que El Greco "no habría pintado igual" si hubiera vivido en otra ciudad. "Posiblemente, en Creta no hubiera sido el pintor que fue aquí. En Roma tampoco, porque no le hubieran encargado retablos. Toledo precipita, extrema, aquellas consideraciones de carácter teórico y práctico en una relación de amor, admiración, crítica y rechazo", explicó el comisario.
Marías expuso que El Greco que se conoce en 2014 no es un pintor "pasivo" sino que intentó imponer sus pensamientos y sus criterios estéticos, y también fue un artista que disfrutó pintando "de una manera bella". En este sentido, señaló que "no es un Greco torturado, no un Greco en estado de meditación, no un Greco místico, no un Greco que rompe y anula su personalidad, sino un Greco completamente distinto: éste es el Greco que conocemos en 2014".
La exposición se articula en cuatro grandes secciones que abre el cuadro Vista y plano de Toledo y el autorretrato del pintor, para adentrarse en los lienzos religiosos de su primera etapa, repasar la visión más tradicional que se tiene del artista, mostrar sus retablos y también abordar a El Greco "inventor de mundos alternativos".
Algunos cuadros han llegado a Toledo después de grandes negociaciones y esfuerzos, en particular el pequeño y bellísimo Tríptico de Módena, que incluye seis pequeñas pinturas de El Greco y estaba en la lista de no exportables que tiene Italia. O La dormición de la Virgen, que ha llegado de la isla griega de Syros y es una imagen emblemática que no puede quedarse hasta que la exposición finalice el 14 de junio, porque tiene que salir en procesión.
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