Terrence Malick consigue la Palma de Oro con su viaje a la América de los 50

El enigmático realizador se alza con el principal premio del certamen con 'El árbol de la vida' · Almodóvar se conforma con el Gran Premio de la Juventud · Jean Dujardin y Kirsten Dunst, mejores interpretaciones

Los premiados posan con el presidente del jurado, Robert de Niro, al término de la ceremonia de clausura del festival.
Los premiados posan con el presidente del jurado, Robert de Niro, al término de la ceremonia de clausura del festival.
Agencias / Cannes

23 de mayo 2011 - 05:00

Sólo ha hecho cinco películas pero ya figura en el Olimpo del cine: el realizador estadounidense Terrence Malick se alzó ayer con la Palma de Oro que otorga el Festival de Cannes por El árbol de la vida, una película que representa uno de los acontecimientos cinematográficos más esperados del año, en parte por la leyenda que gira en torno al realizador. Finalmente, Pedro Almodóvar sólo pudo obtener el Gran Premio de la Juventud por La piel que habito.

Las películas de los hermanos Dardenne, Le gamin au vélo, y el realizador turco Nuri Bilge Ceylan, Once upon a time in Anatolia, recibieron ex aequo el Gran Premio del Festival, mientras que el danés Nicolas Winding Refn fue reconocido como mejor director por Drive y Jean Dujardin y Kirsten Dunst lograron los premios de interpretación por sus trabajos en The Artist y Melancholia, la cinta del polémico Lars von Trier.

El año pasado ya se rumoreaba que Malick estaría en Cannes, pero no fue hasta el pasado lunes cuando se mostró por primera vez su nueva cinta, protagonizada por Brad Pitt, Jessica Chastain y Sean Penn. Y fue precisamente Pitt quien defendió ante la prensa la película, ya que el cineasta se niega a mostrarse en público para que su obra "pueda hablar por sí sola". Ayer tampoco estuvo en la ceremonia de clausura del festival.

Pitt, quien también respalda el proyecto como productor, dijo que la experiencia de rodar con un director como Malick supuso un cambio respecto a todo lo que había hecho hasta entonces, por cómo el cineasta intenta captar momentos únicos en el rodaje.

Malick, licenciado en Filosofía por la Universidad de Harvard, ofrece una intensa experiencia visual colocando su cámara en la vida de una familia media americana con tres hijos a mediados de los años 50, una incursión que supone también un viaje a los orígenes de la vida y el universo.

El árbol de la vida tardó dos años en estar completamente montada. Ese estudiado proceso de postproducción y una composición visual tan singular como lírica convierten al director estadounidense en una rareza.

Con una trayectoria que se extiende a lo largo de 40 años, Malick recogió el primer premio de un festival internacional en San Sebastián, cuando le fue otorgada en 1974 la Concha de Oro por su debut, Malas tierras, protagonizada por Martin Sheen y Sissy Spacek. Con su segunda película, Días del cielo (1979), se llevó el Oscar a la mejor fotografía, así como el premio a la mejor dirección en Cannes.

No volvió a colocarse detrás de la cámara hasta prácticamente dos décadas después con el drama bélico ambientado en la Segunda Guerra Mundial La delgada línea roja, que se llevó en 1999 el Oso de Oro en Berlín.

Su cuarta película, El nuevo mundo, una interpretación libre de la relación entre John Smith y Pocahontas, dividió a la crítica.

Malick ya ha rodado un nuevo largometraje, aunque por ahora se desconoce el título y para cuándo estará listo. Tan solo se conocen algunos nombres del reparto: Ben Affleck, Rachel McAdams, Olga Kurylenko, Javier Bardem y Rachel Weisz.

Los hermanos Dardenne (Bélgica) vuelven a irse del festival con un trofeo importante. En este caso es el Gran Premio por Le gamin au vélo, la historia de un niño abandonado por su padre que encuentra no obstante una esperanza. El mismo reconocimiento obtuvo Nuri Bilge Ceylan, que sitúa su filme en la estepa de Anatolia, una geografía que filma con una cámara muy lenta y en la que explora la complejidad del alma humana.

Tampoco se fue de vacío el filme Polisse, de la realizadora francesa Maïwenn, que ofrece una mirada sobre la pedofilia, el maltrato infantil y la violación de menores. Ganó el Premio del Jurado. La realizadora golpea con su historia al espectador, a quien sumerge en el trabajo cotidiano de la Brigada de Protección de Menores (BPM) de la policía parisina.

Otro francés reconocido fue el actor Jean Dujardin, por su interpretación en The Artist, del realizador Michel Hazanavicius, un irónico homenaje a las comedias hollywoodienses del cine mudo. La mejor actriz fue Kirsten Dunst, que interpreta a una recién casada que se prepara con desdén para el fin del mundo en Melancholia, de Von Trier. Para Dunst, de 29 años, este premio tiene un sabor de revancha después de haber sido abucheada hace cinco años en el mismo certamen por su trabajo en Marie Antoinette, de Sofia Coppola.

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