Tras una experiencia post-punk a mediados de los 80 y darse a conocer como líder de Yacentes, el músico cordobés Álvaro Muñoz inició un proyecto personal al que llamó Tarik y La Fábrica de Colores, cuya formación inicial completaban Charly de la Mata (guitarras), Antonio Almagro (bajo) y Francisco Estrada (batería). Su primer disco, editado con el mismo nombre de la banda, fue publicado en 1989 por Mano Negra Records. El álbum despertó admiración tanto en los cada vez más numerosos seguidores del grupo como en los medios especializados (Radio 3, Rockdelux, Ruta 66...). Ahora, con motivo del 25º aniversario de la publicación de Tarik y La Fábrica de Colores, el escenario del Teatro Góngora recibe hoy (21:00) a Muñoz y sus nuevos compañeros de viaje, que han decidido llevar al directo el repertorio de aquel perdurable y singular trabajo "psicodélico y subyugador, alejado de las poses y las corrientes del momento", según sus protagonistas.

La banda, con Muñoz (voz principal y guitarras) al frente, está formada por Fernando Vacas (bajo eléctrico y voces), Eric Jiménez (batería y percusión) y CC Olivas (guitarras y voces). El estreno del espectáculo en Córdoba -ya pasó por la sala Sol de Madrid el pasado mes de mayo- contará también con la colaboración especial de Paco Prieto, antiguo componente de Tarik y La Fábrica de Colores, como artista invitado.

Muñoz, que trabaja con sus compañeros para ofrecer una noche "más que entrañable, mágica", según afirma en una reciente entrevista, considera que aquel fue un disco "muy alternativo, pero que dejó huella". "No dejábamos de ser -añade- un grupo oscuro y psicodélico, poco comercial y, encima, de provincias".

Tras el debut discográfico, pasado un tiempo, llegó la disolución del grupo tal y como se conocía. Muñoz, tras una larga estancia en Londres, donde realizó estudios de música y tecnología, volvió con el disco On the Radio (1998), que sería incluido entre los más destacados del año por la prensa especializada y renovó el prestigio como intérprete y compositor de su creador. Pasados otros ocho años emprendió un ciclo diferente que culminó con dos trabajos, Sequentialee (2006) y El hueso y la carne (2008), que giraron con dos formaciones diferentes y fueron bien recibidos por su creatividad y calidad. En su último trabajo, Going Bananas, Álvaro Tarik se convirtió en Rufus T. Un proyecto que de momento, según ha declarado, no tendrá continuidad.