Vivió los 80 desde dentro y los conoce como nadie. Sabino Méndez, compañero de Loquillo durante muchos años (autor de canciones como Cadillac solitario o El ritmo del garaje) y que ahora dedica su vida a la escritura, fue ayer uno de los protagonistas del ciclo Conversaciones en la azotea, que se desarrolla en la sede del Instituto Andaluz de la Juventud. El letrista aseguró a El Día que la juventud actual está recuperando algunos de los "códigos" que definieron la cultura de los 80 ("la reivindicación de lo joven, lo cercano y lo accesible, el lenguaje coloquial..."), en parte como "reacción" a la generación anterior, que dominó la década de los 90. Los 80 aportaron una "modernidad" y un "realismo" que no existían en la cultura española y que ahora vuelven a estar de moda, si bien envueltos en nuevos ropajes.

"Uno de los conceptos que definen la cultura musical de los 80 es la fragmentación, que ahora vuelve a estar presente con la crisis de las discográficas y las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías", señaló Méndez, que considera que "los problemas principales a los que se enfrentan los nuevos artistas tienen que ver con la búsqueda de espacios mediáticos y usuarios a los que se pueda fidelizar". Los jóvenes de hoy "reelaboran fenómenos del pasado con mayores dosis de formación e ironía", elementos que no estaban tan presentes en las propuestas de los creadores de hace dos décadas.

"Ninguna época se repite -apunta el escritor-, si bien existen movimientos pendulares". "En todas las generaciones", advierte, "existe la misma la proporción de cretinos y de genios: lo que cambian son las circunstancias sociales, económicas e industriales". Él se divierte mucho más ahora que en los 90, una década en la que "hubo una reacción cultural contra los códigos de los 80 porque los creadores necesitaban forjar una identidad propia".

"Ahora mi vida está en orden", afirma el autor del ensayo Limusinas y estrellas. Escribe sus libros y sus artículos, ofrece conferencias e incluso ha vuelto a colaborar con Loquillo en su último disco, Balmoral, al que ha aportado dos canciones.