La saga 'Rec' ofrece su entrega más gamberra sin cámara en mano

Era una de las señas de identidad de la serie de terror Rec. Sin embargo, sus responsables han abandonado la cámara en mano en pro de la sorpresa y la renovación en un tercer filme que llega a la cartelera el viernes y que supone el capítulo más "gamberro", como reconoce su director, Paco Plaza. "No es que el formato found footage o la cámara en mano estén agotados", señaló ayer el realizador en Madrid, sino que la historia que se plantea en este tercer episodio "no podía contarse de otra manera", especificó al referirse al filme que convierte en trilogía la saga española de zombies por excelencia.

De este modo, Rec 3, que se ambienta en una boda y está protagonizada por Leticia Dolera y Diego Martín, constituye una vuelta de tuerca, al abrazar la narrativa cinematográfica convencional, en un episodio que, además, apuesta claramente por el humor, en la tradición de comedias de terror como Braindead, de Peter Jackson, o Terroríficamente muertos, de Sam Raimi.

Para Plaza, "el espectador de Rec siempre se ha caracterizado por el valor, por enfrentarse a algo sin saber lo que va a ver", y es que, según sus propias palabras, "el desconcierto es lo que hace que la saga funcione y lo que se ha vuelto a buscar con esta nueva película".

No obstante, Rec 3 no abandona completamente sus raíces, con un tramo inicial continuista. En él, asistimos al montaje de una boda, a partir del material filmado por los distintos invitados y que conforma una secuencia costumbrista, que retoma el propósito de recrear la realidad que caracterizaba a los filmes previos.

Es entonces cuando el espectador, convencido de que va a ver más de lo mismo, se da de bruces con un giro inesperado, donde "la propia película se subleva contra sus normas, lo que concuerda con el espíritu punk de la saga", explicó Plaza.

Un espíritu gamberro que no sólo afecta a la forma, sino también al contenido. Además de los imprescindibles chistes a cuenta de los estereotipos más castizos que caracterizan a las bodas, también hay espacio incluso para reírse de la SGAE, en lo que "no es una reivindicación de nada, sólo humor", aclaró Plaza.

"Cada entrega tiene su propio tono y personalidad, pero es evidente que Rec 3 tiene más humor que las anteriores, aunque sigue siendo horror", matizó el director, que admite "la influencia de ese cine gamberro que se hacía en los años 80" y que de algún modo ha querido recuperar.

"No es un homenaje a ningún filme en concreto, sino a una manera de ver el cine", insistió Plaza, que considera que "Rec 3 entiende el cine como algo lúdico".

Para Leticia Dolera, que da vida a la novia, "el personaje de Clara ha sido un regalo", ya que le ha permitido explorar nuevas facetas "a nivel físico y emocional" con una mujer feliz que está viviendo el mejor día de su vida y acaba "convertida en un animal que no sabía que llevaba dentro".

"Cualquier celebración familiar es bastante horrible en sí misma, y en especial una boda, donde gente que no se conoce o no se soporta y vestida de forma incómoda se ve obligada a convivir en un espacio cerrado, por lo que es campo abonado para el terror", explicó Plaza sobre las razones que le llevaron a ambientar su película en un entorno tan atípico.

Al director no le preocupa que el ambiente tan castizo y español de Rec 3 afecte a su recorrido internacional; al contrario, cree que "a partir de lo local es como se llega a lo universal". Además, cree que los tópicos de las bodas, de una forma u otra, "se repiten en todo el mundo".

Pero la saga no acaba aquí. Como recordó el productor, Julio Fernández, "la condición para hacer la tercera parte era que Paco Plaza y Jaume Balagueró -codirectores y creadores de las producciones- dirigieran cada uno por separado una nueva entrega", y confirmó que el cuarto filme está "muy avanzado" y será dirigido por Balagueró.