"Quiero cantar todo lo que pueda"

Lucía Tavira. Soprano

La artista cordobesa, ganadora de varios premios, es un firme valor de la lírica al que próximamente podrá verse en el Gran Teatro con la 'Sinfonía nº 2' de Mendelssohn.

Lucía Tavira, frente al Gran Teatro.
Alfredo Asensi Córdoba

03 de junio 2016 - 05:00

La lírica cordobesa tiene entre sus más firmes figuras emergentes a la soprano Lucía Tavira, que acaba de ganar el primer premio del certamen MálagaCrea para jóvenes intérpretes, organizado por el Área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga y que celebró su gala final en el Teatro Cervantes. Recientemente participó en el Gran Teatro de Córdoba en la ópera El elixir de amor de Donizetti.

-¿Qué ha supuesto para usted este premio?

-No esperaba ganar. Éramos 44 participantes y entre ellos había muchos músicos de música de cámara. Había muchos instrumentistas, no solo cantantes, y la verdad es que competir con un instrumentista que lleva una sonata de Brahms, con un quinteto de cuerda..., es muy complicado, pero el jurado me dijo que había sido unánime la decisión y que estaba muy claro que era el primer premio. Estoy muy contenta porque, con la crisis que hay, en este momento en que recién terminada la carrera estoy empezando a cantar fuera es muy importante este premio porque te da un caché y una credibilidad, más allá del aspecto económico. Te da la oportunidad de audicionar en teatros de Andalucía y participar en producciones en los teatros que hay por aquí.

-¿Cuándo decidió que quería dedicarse a esto?

-Yo he cantado siempre. Accedí en Córdoba al Coro Ziryab, que me dio muchas oportunidades, y en seguida entré en el Conservatorio, donde todo fue muy fácil. Yo siempre he sido alumna de Carlos Hacar, catedrático de canto, y he tenido mucho apoyo. Terminé la carrera fuera, en Sevilla, con matrícula de honor, y luego me fui a Valencia a estudiar con Ana Luisa Chova y Ofelia Sala, que son dos referentes muy importantes en España. Hice un máster allí de interpretación operística y debuté en varias óperas como la principal solista.

-¿Qué condiciones ofrece Córdoba para los jóvenes que quieren dedicarse a este mundo?

-La verdad es que aquí hay mucha cultura de la música y el canto. Pero yo me he tenido que ir a estudiar fuera. Estudié en Estados Unidos con Bernardo Villalobos. Siempre he tenido aquí el apoyo de la Orquesta de Córdoba, con la que antes de empezar a destacar canté el Réquiem de Mozart; también con ella he cantado en Macbeth y El elixir de amor. El maestro Lorenzo Ramos cuando llegó hizo una audición a toda la gente joven y sigue contando con nosotros. Este año ha habido una lírica muy importante en Córdoba. El Gran Teatro siempre me ha dado oportunidades y estoy esperando a que me den un papel más grande.

-En esta ciudad se echa en falta una apuesta pública más regular y estable por la lírica...

-Sí, en los últimos años de mi carrera no hubo nada, pero es cierto que fue el palo fuerte de la crisis y el teatro se quedó sin dinero. La ópera exige mucho dinero: solistas, coro, producción, dirección de escena... Pero también es verdad que esto es cultura, que gastarse el dinero en otro tipo de proyectos igual no es tan interesante para la gente joven como invertir en estas cosas. Yo por ejemplo sigo siendo joven, tengo 30 años, y no estoy haciendo botellón en la Feria.

-¿Qué dificultades encuentra una soprano joven, pasada la etapa formativa, a la hora de proyectarse en los circuitos artísticos?

-El mayor problema es que somos muchas sopranos. Yo tengo suerte de que sopranos líricas como yo hay menos. La clave es tener un agente, saber moverse en ciertas audiciones, teatros, tener dinero para invertir... Yo todo lo que gano lo estoy invirtiendo en formación, en audiciones, en viajes, cursos, dar clases con los mejores pianistas...

-¿Y cómo está el nivel?

-Cada vez hay más técnica. La gente cada día estudia más, tenemos mejores profesores, oportunidades, mejores cursos..., pero también es verdad que es una carrera muy elitista: si no tienes la suerte que he tenido yo de que mis padres me hayan podido pagar la carrera, o si no tienes premios o contratos..., es difícil avanzar porque el nivel es alto. También yo tuve la suerte de encontrar a mi maestro en Estados Unidos. Tienes siempre que estar formándote, ser mejor, tener un oído muy humilde para seguir trabajando. En el escenario tienes que ser grande, pero cuando te bajas tienes que ponerte con tu libreta a seguir aprendiendo.

-¿En qué repertorio se siente más cómoda?

-A mí me encanta la ópera, me apasiona, estoy empezando a meterme en el mundo del romanticismo y del verismo y es donde estoy como pez en el agua. Pero la verdad es que la zarzuela me está dando muchas alegrías, de hecho el año pasado gané el premio a la mejor intérprete de zarzuela en el Concurso Internacional de Canto Ciudad de Logroño. También este año he cantado mucho oratorio, que me gusta mucho. Yo lo que quiero es cantar todo lo que pueda, pero bien.

-Su próxima aparición en los escenarios cordobeses será el 16 y el 17 de junio en el Gran Teatro, interpretando con la Orquesta de Córdoba la Sinfonía nº 2 de Mendelssohn...

-Una obra preciosa, muy compleja para el coro. Tiene tres solistas: la soprano Amanda Serna, el tenor Juan Luque, que fue profesor mío, y yo. Tengo mucha ilusión de cantar con ellos. Mi participación es pequeña pero es importante porque se trata de una obra de Mendelssohn.

-Recientemente estuvo en este espacio con El elixir de amor...

-Aprendí mucho de esa experiencia, un proyecto con amigos, con Pablo García López y Auxiliadora Toledano, que son de mi grupo de amigos. He aprendido mucho con el maestro Lorenzo Ramos y con Paco López, director de escena.

-Y entre sus proyectos...

-Tengo algún concierto en Granada y sigo presentándome a concursos, ya que estamos en auge... Y algunos proyectos que aún no están firmados. Hay proyectos que hasta dos o tres semanas antes no los firmas, así que tienes que estar al pie del cañón, estudiando, audicionado... Es complejo pero es bonito.

-¿Cuáles son sus sopranos de referencia?

-Me encantan la sopranos antiguas, Birgit Nilsson, Jessye Norman, Maria Callas. De las jóvenes me gustan mucho Anja Harteros y Barbara Frittoli. Me encantan todas las sopranos grandes e intento siempre escucharlas en directo y dar clases con ellas: he dado clases con Montserrat Caballé, con Mariella Devia..., gente muy importante a nivel internacional.

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