El Paseo de Córdoba recibe a las mujeres de Baltasar Lobo
La Fundación Unicaja recoge 15 esculturas en bronce del artista zamorano, que atesora un gran prestigio internacional, en una exposición que será inaugurada mañana
La escultura vuelve a la calle. Un mes después de la clausura de la exposición Universo urbano de Juan Ripollés, la Fundación Unicaja muestra en el Paseo de Córdoba una antológica del escultor zamorano Baltasar Lobo (1910-1993) integrada por 15 obras monumentales (entre 130 y 180 centímetros de altura) que han sido exhibidas en el último mes en la calle Larios de Málaga. Fueron realizadas en bronce entre 1962 y 1991 y evocan sobre todo motivos femeninos.
La mujer como motivo artístico fue para Lobo una constante a lo largo de su trayectoria. La selección instalada en el Paseo de Córdoba pertenece a la colección de esculturas de grandes dimensiones del artista, entre las cuales hay algunas especialmente representativas como Al sol o Mujer con niño.
Las obras están divididas en varias secciones. "Hay un grupo que es más naturalista, más propiamente figurativo, con obras de mucho volumen pero en las que se van perdiendo todos los rasgos", afirmó la comisaria de la muestra, María Porto, en la inauguración en Málaga. La escultura Al sol (1971) está "más evolucionada" y en ella se van perdiendo las formas: todo es "insinuado". Hay otras obras que reflejan el movimiento como es el caso de Los futbolistas. En Madre y niño (1987), la última maternidad que hizo Baltasar Lobo antes de morir en París, el artista se abre "a un espacio negativo", según la experta.
"Lobo era un hombre social y del pueblo, le hubiesen encantado estas exposiciones en la calle porque decía que la cultura era para todos. Es uno de los grandes escultores internacionales, su obra está en museos de todo el mundo: Italia, Venezuela, Alemania..., aunque en España es prácticamente un desconocido", indica la comisaria. La organización de esta exposición, que visitará también en los próximo meses Cádiz, Antequera y Ronda, ha supuesto dos años de trabajo. Las obras proceden de colecciones privadas de Italia, Francia, Luxemburgo y Venezuela.
Escultor y dibujante, Baltasar Lobo nació en Cerecinos de Campos (Zamora) en 1910 y murió en París en 1993. Tras la Guerra Civil, en 1939, se instaló en París. Durante su estancia en la capital francesa conoció a Picasso y entabló amistad con el escultor Henri Laurens.
En su escultura, con el paso de los años la forma se estiliza hasta rayar en lo abstracto, sin perder su origen eminentemente figurativo. La evolución de la obra de este destacado miembro de la vanguardia histórica, desde Mujer al espejo (1940) hasta Sobre la arena (1983), se caracteriza por la búsqueda de la pureza de los volúmenes (en bronce, granito y mármol) y la reducción de las formas a lo más esencial.
La obra de Lobo ha sido objeto de una importante difusión en Francia, ha recorrido galerías y museos de Praga, Bruselas, Tokio y Caracas y forma parte del paisaje urbano de ciudades como Zurich, Annecy, París y Luxemburgo. Ahora se dispone a dialogar con los cordobeses en el céntrico paseo.
No hay comentarios