La Orquesta contará el próximo curso con cinco directores invitados

José Luis Temes, Michael Thomas, Michele Santorsola, Miguel Romea y Álvaro Albiach dirigirán a la formación en la temporada de su vigésimo aniversario, que se celebrará con un concierto especial en octubre

Músicos de la Orquesta, en un concierto de la temporada pasada.
Músicos de la Orquesta, en un concierto de la temporada pasada.
Alfredo Asensi / Córdoba

07 de agosto 2012 - 05:00

Max Reger, Karl Goldmark, Darius Milhaud, Emmanuel Chabrier y Howard Hanson son algunos de los compositores cuyas obras están incluidas en la próxima temporada de abono de la Orquesta de Córdoba (la primera con Lorenzo Ramos al frente), que comenzará el 11 de octubre y mantiene la estructura de 12 conciertos repartidos en dos ciclos (A y B, anteriormente llamados Premium y Selección). La apertura del repertorio a nuevos horizontes musicales y la integración de autores que hasta ahora no habían gozado de la atención de la Orquesta son dos de las cuestiones subrayables de un curso en el que Ramos dirigirá la mitad de las citas (entre ellas, la inaugural, la de clausura y la de Año Nuevo) y la otra mitad quedará en manos de batutas invitados.

José Luis Temes (que estará al frente de dos conciertos), el británico Michael Thomas, el italiano Michele Santorsola, Miguel Romea y Álvaro Albiach son los directores invitados de una temporada que ofrecerá al público programas tan singulares como el de la octava cita (4 y 5 de abril), con las obras de José Luis Turina Desintegración sintáctica de un soneto de Góngora (con recitado de Rafael Carlos Padilla) y Concierto para violín y orquesta y un Bolero y Tres piezas para violín y orquesta de Enrique Fernández Arbós, con Ara Malikian como solista; o el la duodécima (20 y 21 de junio), un monográfico de compositores estadounidenses del siglo XX que presenta el Adagio para cuerdas de Samuel Barber, Primavera apalache de Aaron Copland y la Sinfonía nº 2 'Romántica' de Howard Hanson. La inauguración (11 y 12 de octubre, jueves y viernes) tendrá un marcado carácter cordobés con una primera parte integrada por las obras Córdoba de Isaac Albéniz, Capricho andaluz de Cipriano Martínez Rücker y Fulgores de Lorenzo Palomo (con Javier Riba a la guitarra y Paco Montalvo al violín), mientras que Schumann protagonizará la segunda parte con su Sinfonía nº 3 'Renana'. Habrá mucha música de los siglos XIX y XX (con compositores españoles como María Rodrigo, Joaquín Turina o Tomás Marco) y, por supuesto, no faltarán Mozart (las sinfonías 41 y 36, además de la obertura de La clemencia de Tito) y Beethoven, que no obstante ve muy reducida su presencia (pero será una cita muy especial: una selección del ballet Las criaturas de Prometeo, en el tercer concierto) tras una temporada anterior en la que la formación interpretó todas sus sinfonías menos la Novena.

Uno de los acontecimientos de la temporada será la celebración (segundo concierto de abono, 25 y 26 de octubre) del vigésimo aniversario de la Orquesta y el vigésimo quinto del Coro de Ópera de Córdoba, que, dirigidos respectivamente por Lorenzo Ramos y Diego González Ávila, interpretarán el oratorio de Joseph Haydn La creación, con la soprano Inmaculada Almeda, el tenor Pablo García López y el bajo Francisco Santiago como solistas. Del compositor austriaco se incluye también, en el cuarto concierto (13 de diciembre), su Sinfonía concertante para oboe, fagot, violín y violonchelo, con Pau Rodríguez, José Giner, Artaches Kazarian y Vera Kuligina en estos instrumentos. Y para Año Nuevo (1 y 2 de enero), una gala lírica con el Coro de Ópera de Córdoba y la soprano Amanda Serna: una selección de piezas de zarzuela en la primera parte y mucho Strauss en la segunda.

Un menú variado y atractivo para una temporada que llega en uno de los momentos más delicados en la historia de la institución, que a pesar de ello quiere, de la mano de su nuevo director titular (el cuarto en 20 años), dar un paso más en su relación con el público cordobés. Así lo manifestó Ramos en su presentación, en la que definió la Orquesta como un instrumento de "integración social" y mostró su voluntad de ofrecer desde el primer momento un repertorio flexible y equilibrado.

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