El camino que describe Nuria Ortega (Almería, 1996) hasta llegar a Cosmopoética como una de las autoras más interesantes de la decimonovena edición transmite cotidianidad e incluso un salto inesperado a la "relativa" popularidad; esconde talento y pasión por la escritura. De publicar relatos y poemas en la revista del instituto, a ganar el premio Adonáis de poesía joven en español en 2021: la diferencia de "no estar en ningún sitio a ser llamada para dar charlas y conferencias". 

En la tarde de este lunes, Nuria Ortega compartirá cartel en la sala Orive con otra almeriense, Aurora Luque (Premio Nacional de Poesía 2022). Un mano a mano entre paisanas que se reconocen en referencias comunes al mar o el desierto que dibujan el paisaje levantino. Será su debut en un Grand Slam de la lírica como Cosmopoética, "el evento más importante en el que he estado", capaz de imponer "solo con bajarse del tren y ver la publicidad en la estación".

A pesar de ello, Ortega hace gala de su naturalidad y sencillez en la puesta en escena reconociendo que no suele preparase las lecturas en público, ni siquiera cuando recogió el Adonáis, que le pilló por sorpresa, y que afirma escoger los poemas pensando en cuáles le pueden gustar más a la gente. "La poesía se tiene que entender, ese es mi objetivo", defiende. En su caso, gana importancia el hecho de utilizar un lenguaje cotidiano y elementos del día a día, sin la obligación de sacrificar los recursos literarios o el ritmo.

Entre los temas que aborda en su primera obra publicada, Las infancias sonoras, Ortega destaca la memoria y aquellas cosas de la infancia que perviven en la edad adulta, aunque también escribe sobre la familia, el duelo o el redescubrir los orígenes "después de una etapa en la que renegaba mucho de eso", explica. 

Su trayectoria se cimenta en una pasión por escribir cuentos que comenzó a cultivar desde pequeña. Más tarde, empezó "a escribir poesía a raíz de un profesor del colegio". Entre esos dos géneros se va haciendo su hueco Nuria Ortega en el panorama literario nacional. Son dos formas diferentes de escribir, explica: "Si escribo narrativa me tengo que sentar, y si escribo poesía sale más instintivo. Por supuesto que la poesía se trabaja y se piensa, y cuanto más piensas, más aprendes, aunque también creo que pensar demasiado en poesía es malo, al menos para mí, porque acabo ahí en un bucle...".

A sus 26 años, la almeriense trabaja en su primera novela de forma simultánea al máster habilitante de profesorado como una posible salida laboral en el futuro, y también guarda otros poemarios que están pendientes de publicar sin mayor pretensión que alimentar su alma: "Me encantaría vivir de ello, pero no se puede... y si sale bien alguna novela, pues tampoco", asegura.

"A la poesía habría que acercarse más como a la música"

El director de Cosmopoética, Antonio Agredano, ya mencionó durante la inauguración del festival, la idea de romper ese muro invisible que divide a la sociedad con la poesía al considerarla un género destinado para una exclusiva élite cultural. Por su parte, Ortega consigue derribarlo por completo al reconocer que ella no entiende "todo" lo que lee y opina que el desapego general se debe a un "prejuicio de la gente, que les hace pensar que la poesía es más difícil de entender, aunque también falta educación a la hora de abordarla...; a la poesía habría que acercarse más como a la música". 

A pesar de esa idea de buscar la atracción a través de una poesía más contemporánea y cotidiana, que se entienda el mensaje, Ortega no renuncia a los clásicos que se enseñan en la escuela: "Son necesarios". Por otra parte trata de reivindicar la lectura de mujeres en las que no se profundizaban en el instituto o en la universidad y a las que se acerca ahora por su propia cuenta. Entre sus referentes, se aprecia una clara visión femenina. Ortega cita a Gloria Fuertes -"la poeta del pueblo"-, Wislawa Szymborska (Premio Nobel de Literatura en 1996), Emily Dickinson o Mary Oliver. 

Sobre las redes sociales como herramienta de difusión para el género poético, Nuria Ortega apuesta a su favor. "Personalmente lo intento, pero en mis redes sociales la gente puede encontrar una persona muy poco seria, pongo muchas tonterías, hablo de series, películas...", sentencia.