Nuria Espert regresa a los escenarios con La Isla del Aire, una obra de Alejandro Palomas que rompe los secretos de todas las mujeres silenciadas, una historia en femenino sobre el luto, la familia y lo que no conocemos y nos separa. Mario Gas dirige este montaje que llega este sábado 4 de noviembre al Gran Teatro de Córdoba con un reparto de lujo encabezado por la reconocida actriz catalana, a la que acompañan Vicky Peña, Teresa Vallicrosa, Claudia Benito y Candela Serrat.

La historia se inicia en Menorca, donde cinco mujeres de la misma familia, la vieja Mencía (Nuria Espert), sus dos hijas y sus dos nietas deciden salir de excursión en barca rumbo a la Isla del Aire. Sobre ellas planea la desaparición de la nieta mayor de la matriarca, y el dolor que su hija Lía (Vicky Peña) aún no se ha atrevido a sentir por su pérdida.

El viaje, aunque breve, será la excusa para que Mencía obligue a su familia a salir de la incomunicación y a centrarse en un mundo real, a enfrentarse a las verdades y secretos que esconden para conseguir una nueva libertad y, también, el pretexto para ganarse su perdón.

La Isla del Aire es la reescritura en formato dramático de la primera parte de la trilogía de Alejandro Palomas -exitoso autor cuya obra ha sido llevada al cine y al teatro y se ha traducido a más de veinte lenguas- El tiempo que nos une. La obra es una mirada poética y simbólica sobre el dolor y las cicatrices que, en ocasiones, marcan las relaciones familiares.

Mario Gas ha definido el montaje como un pequeño poema sinfónico teatral lleno de dolor y esperanza. Ahí reside, afirma, “la belleza de esta obra, que es oscura y luminosa a la vez”. El director define a Mencía como una anciana autoritaria y caprichosa, “pero saldrá al rescate de sus `niñas´ disparando dardos certeros que devolverán su rebaño a la vida, a ser ellas mismas, a creer en un futuro que solo ellas pueden labrar, un futuro que pervivirá si sus hijas salen del encierro existencial”, explica.

Por su parte, Nuria Espert, la actriz española con una de las carreras escénicas más brillantes de Europa -y más largas: 73 años en la profesión, desde 1950-, se declara emocionada por su regreso a los escenarios con esta obra, un proyecto que, confiesa, le ha tocado muy adentro.

La veterana intérprete y directora señala que “pasa muy pocas veces que te impliques tanto en el personaje. Y esto es gracias al texto del autor y a la dirección de Mario. Hacen que te reconozcas, que entiendas sus flaquezas, su sufrimiento, pero también que, detrás de todo este dolor, debe haber una luz de esperanza. Y es esa luz la que le damos al público para que se la lleve a casa”, concluye la actriz.