Cultura

Música de los sentidos

Guitarra: Manolo Sanlúcar. Segunda guitarra: David Carmona. Orquesta de Córdoba. Director: Carlo Palleschi. Fecha: miércoles 1 de julio. Lugar: Gran Teatro. Lleno.

Trascender los esquemas musicales tradicionales del flamenco logrando formalizar un lenguaje musical propio es una gozosa realidad en Manolo Sanlúcar. El guitarrista destila sensibilidad y buen gusto en cada composición que brinda al público, a quienes saben escuchar sin cortapisas. Así su Música para ocho monumentos forma parte del íntimo ideal musical soñado por Sanlúcar, desde su amor y pasión por Andalucía.

En el concierto inaugural del Festival de la Guitarra se conjugaron de manera equilibrada elementos musicales del flamenco más tradicional con una orquestación ensamblada y con raigambre en el nacionalismo musical español. Sanlúcar ha logrado invertir el orden habitual, el del músico y compositor clásico que se acerca al folclore y al flamenco para poder desarrollar una obra; en este caso es el músico de formación flamenca el que proyecta sus creaciones musicales a través de una orquesta. Y para que nadie se llevara una decepción en cuanto a la función de la guitarra flamenca junto a la Orquesta de Córdoba, Sanlúcar lo dejó claro antes de iniciar el concierto. No se trataba de un concierto de guitarra al que se suma el conjunto de instrumentos de la orquesta como mero acompañamiento o réplica, sino de la guitarra flamenca como un instrumento más que tiene el protagonismo preciso, el que el artífice de la obra ha querido darle. Música para ocho monumentos es la consecuencia natural de una ardua lucha que emprendió Manolo Sanlúcar hace años para que la música flamenca tuviese presencia en una orquesta sinfónica no como mera creación puntual y anecdótica, sino como lenguaje perfectamente estructurado y armonizado, también respetado. El guitarrista ha logrado en su representación musical de las ocho provincias andaluzas a través de singulares monumentos mantener claves de identidad flamenca, no fijadas con el habitual patrón de esquemas clásicos, sino desde el tuétano armónico que fortalece al flamenco y que Sanlúcar ya pudo evidenciar en Locura de brisa y trino. Ocho sugerentes piezas en las que se condensa la sensibilidad de un concertista que genera música de una plasticidad asombrosa; Sanlúcar es un músico capaz de transmitir sensaciones subjetivas, conmoviendo desde la ternura o el arrebato, en un discurrir de aromas, sabores, colores…, todo un íntimo universo musical de un flamenco que contribuye con su obra a que esta música, desde su sólida identidad, sea cada vez más universal.

La Orquesta de Córdoba, dirigida por Carlo Palleschi, supo captar y trasladar al público que llenó el Gran Teatro las vibraciones musicales de Sanlúcar, siempre con el guitarrista atento al devenir del director, incluso indicándole la tensión que había que tomar en distintos pasajes de la obra.

Con La Canción de Andalucía compuesta y orquestada por Sanlúcar finalizó el primer concierto de la presente edición del Festival de la Guitarra. Canción a la que se invitó al público para que la cantase, tras una primera audición, junto al Coro Fernando de las Infantas y al de Alumnos del Conservatorio Profesional de Música de la ciudad y la solista Carmen Molina. Al final todo el mundo quedó satisfecho por haber asistido a un encuentro musical que, como suele ocurrir con Manolo Sanlúcar, destiló sapiencia y sensibilidad.

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