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Alberto González Troyano
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El director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel aseguró ayer que el "riesgo", la "innovación" y lo "desconocido" pueden ganar la batalla a la "mercancía" y a "la marca", ya que, teniendo una programación "minoritaria", el Reina Sofía ha aumentado 600.000 visitantes en dos años. Este año, el museo espera cerrar con 2.100.000 visitantes. No obstante, para Borja-Villel batallar por las cifras de visitantes es entrar en "una dinámica muy peligrosa".
"Es el momento de apostar por lo contrario y demostrar que es posible ganar la batalla" con una programación que apueste por la "multiplicidad de públicos", explicó Borja-Villel.
En esta misma línea, el director del Reina Sofía subrayó las últimas compras realizadas por el museo, con piezas de Francis Picabia, Juan Muñoz, Mira Schendel, Manuel Barbadillo, Jon Sistiaga, Muntadas o Robert Smithson, en las que ha invertido 13,4 millones de euros para lograr que el centro se convierta en "la gran colección del siglo XXI". Y subrayó que de todas las piezas adquiridas, el 59% son de españoles y el 41% de extranjeros.
"Si seguimos a este ritmo, la colección del Reina va a ser sustancial", resaltó Borja-Villel, quien considera que el museo está a la altura de la Tate, pero por debajo de otros museos como el MoMA o el Centro Pompidou.
No obstante, reconoció que el Ministerio de Cultura "se ha portado mejor de lo que esperaba" a la hora de mantener el presupuesto para adquisiciones del museo. El presupuesto global del Reina Sofía en 2009 ha sido de 58,3 millones de euros. En 2010 tiene asignados 58,8 millones de euros.
A punto de cumplirse los dos años de su llegada al Museo Reina Sofía, Borja-Villel hace balance y asegura que la colección "está encaminada" y espera que en 2013 esté ya completada y se pueda exhibir en los edificios de Nouvel y Sabatini, que todavía están en obras. Cuando concluyan todas las remodelaciones, el museo contará con una superficie de 5.000 metros cuadrados para exhibir su colección. A este respecto, precisó que este año se completará todo el traslado de las obras del edificio de Nouvel a Sabatini.
Asimismo, reconoce que todavía quedan "lagunas", sobre todo en las últimas décadas, y en el apartado de la representación de la mujeres y los feminismos o en la sección dedicada al arte de Latinoamérica.
En cuanto a las exposiciones temporales, Borja-Villel subrayó que el museo está "empezando a tener una presencia internacional muy fuerte".
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