Representante del barroco

El Museo de Bellas Artes profundiza en los dibujos de Antonio García Reinoso con una exposición

  • El autor, de origen granadino pero asentado en Córdoba hacia 1672, está considerado como una de las grandes figuras del dibujo español del siglo XVII

Cristina Casanueva y José María Palencia observan uno de los dibujos de Antonio García Reinoso.

Cristina Casanueva y José María Palencia observan uno de los dibujos de Antonio García Reinoso.

El Museo de Bellas Artes profundiza en la obra de Antonio García Reinoso a través de una exposición de dibujos que podrá visitarse hasta el 15 de enero de 2021. Con esta muestra, la institución vuelve a destacar la relevancia de su colección de obras sobre papel y, especialmente, de su fondo de dibujos antiguos.

Dentro del panorama plástico del dibujo español del siglo XVII, García Reinoso (Granada, 1623 – Córdoba, 1677) está considerado como uno de los grandes dibujantes. Esta apreciación ya le fue reconocida por Antonio Palomino, que no solo conoció sus dibujos, sino que también lo trató durante los años finales de su vida, cuando se estableció en Córdoba, buscando ese vacío que en la ciudad había dejado, en la década de 1670, la desaparición de Antonio del Castillo, con cuya potencia plástica, en este terreno, suele comparársele.

Antes de su definitivo asentamiento en Córdoba hacia 1672, se ha documentado la actividad de García Reinoso en Cabra (1630- 46), Andújar (1647 – 66) y Martos (1666-1671), y no es descartable que entre 1630 y 1650 estuviese en Jaén y Granada, ya que su obra acusa influencia de los dos grandes artistas del momento en ambas provincias: Sebastián Martínez, en Jaén -a quien se le suele citar como su maestro- y Alonso Cano, en Granada.

De él han llegado hasta nuestros días casi medio centenar de dibujos, realizados normalmente con pluma de caña entintada en sepia, lápiz y sanguina, a veces combinándolas con toques de aguada y lápices de color.

Y no solo dibujó como paso previo a la realización de sus pinturas, sino que fue un auténtico creador de modelos, que debió también de vender a otros artistas como bocetos preparatorios para obras de mayor formato en paredes, retablos y piezas de platería.

Sus dibujos están repartidos por grandes museos y colecciones de todo el mundo, como la National Gallery, el British Museum y el Courtauld Institute, en Londres; la Galleria degli Uffizi, en Florencia; el Museo Nacional del Prado, la Biblioteca Nacional, de España y la Casa de la Moneda.

La delegada de Cultura de la Junta, Cristina Casanueva, ha explicado que de entre todos ellos, el Museo de Bellas Artes de Córdoba es la institución que mayor número posee, provenientes fundamentalmente de la colección del pintor Saló y Junquet -adquirida entre 1877-79- y de otras adquisiciones posteriores, como la realizada en 1917.

Pero, hasta el momento, los dibujos de Reinoso no habían sido abordados en su conjunto y "su catálogo necesitaba una depuración". En esta muestra se presentan 22 obras, 20 atribuidas al artista y dos de seguidores que se relacionan directamente con las del maestro y que se catalogan "en una publicación con la que se pretende que se tenga, por vez primera, un punto de partida fiable para el estudio de su actividad en este campo", ha apuntado Casanueva.

La delegada de Cultura y Patrimonio Histórico ha destacado el trabajo realizado en el Museo de Bellas Artes para ofrecer, además de la colección fija que posee, actividades itinerantes como esta muestra de dibujos "con la que queremos hacer más atractivo aún el Museo y la oferta cultural de la ciudad de Córdoba en unos momentos en los que cualquier empuje es vital para potenciar el turismo".

De entre estos dibujos, destaca, por una parte, Cartela con ángeles atlantes, realizado hacia 1643-45. Se trata de uno de sus primeras obras conocidas de la época de Cabra, aunque no se sabe con qué fin fue realizada.

Otro de los más importantes es el Proyecto de retablo para la Orden Tercera de San Francisco, dibujo que realiza probablemente en Andújar en 1663 y presenta a la Orden Tercera de San Francisco en Córdoba años después, sirviendo como boceto para el retablo principal de la capilla de dicha orden en la iglesia de San Francisco, perteneciente al convento de San Pedro el Real.

Igualmente, pudo servir para el de la capilla de la Venerable Orden Tercera en el convento de Santa Clara, de Priego de Córdoba, cuya pintura se encuentra en la iglesia de San Francisco de la localidad de la Subbética.

La tercera obra más destacada es Visitación de Santa Isabel a María, el último dibujo conocido del artista, firmado en Córdoba en 1676, probablemente encargado por el conde del Menado para sustituir el lienzo que años atrás había realizado Cristóbal Vela Cobo para el presbiterio de la iglesia del convento de franciscanas de Santa Isabel de los Ángeles, que finalmente no se realizaría.

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