La Consejería de Cultura ha otorgado el premios Luis de Góngora y Argot' a la mejor trayectoria al dramaturgo Miguel Romero Esteo, mientras que Juan Ruesga y Emilio Lledó  han logrado los premios Manuel de Falla a la mejor trayectoria en el ámbito de las artes escénicas y musicales y María Zambrano a la mejor contribución a la cultura andaluza, respectivamente, dentro de la edición de 2008 de los premios Cultura.

La consejera de Cultura, Rosa Torres, hizo público hoy el fallo de esta convocatoria bianual en la que cada una de las categorías está dotada de una medalla conmemorativa y 30.050,61 euros. Así, Miguel Romero Esteo, que ayer mismo fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura Dramática, obtuvo su segundo galardón en dos días. "Acaba de estallar como una verdadera botella de champán", dijo la consejera de Cultura, Rosa Torres, en cuanto a la conversación mantenida con el doblemente premiado. El poeta Pablo García Baena, presidente del jurado de este premio, justificó el fallo aludiendo al "conjunto de una obra en la que ha construido un universo y un lenguaje personal, reconocido a nivel internacional como uno de los renovadores del teatro occidental del siglo XX, con obras fundamentales en la dramaturgia heredera de la vanguardia". Entre las obras mencionadas por García Baena, destaca Pontifical, que ha valido a Romero Esteo el Premio Nacional de Literatura Dramática.

En cuanto al premio Manuel de Falla a la mejor trayectoria en el ámbito de las artes escénicas y musicales, el arquitecto y escenógrafo Juan Ruesga (Sevilla, 1970) se ha hecho con el galardón gracias a su "destacada experiencia" en el mundo de la escenografía y su "talento y capacidad", según detallaba la periodista Rosalía Gómez, presidenta del jurado de esta categoría. A lo largo de su trayectoria, Ruesga ha sido director del Centro Andaluz de Teatro y asesor del Programa de Rehabilitación de Teatros Públicos. El premio María Zambrano a la mejor contribución a la cultura andaluza, finalmente, ha recaído en el catedrático de filosofía Emilio Lledó (Sevilla, 1927), por su condición de "maestro de maestros" dados sus reconocimientos en España y en el ámbito internacional. Lledó, catedrático emérito de filosofía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), ha jugado un destacado papel en la recuperación de la filosofía griega y el helenismo en España y ha contribuido poderosamente al desarrollo de la hermenéutica contemporánea.