Cultura

El 'Manifiesto Manolete' pide que Córdoba dedique un museo al torero

  • La sociedad propietaria del Coso de los Califas y la Casa del Toreo recuerdan al matador

Alfredo Asensi, en su intervención.

Alfredo Asensi, en su intervención.

El mundo taurino cordobés pidió ayer que la ciudad dedique un museo a Manuel Rodríguez Sánchez Manolete para subrayar su trascendencia en la historia de la tauromaquia. La demanda está incluida en el Manifiesto Manolete, un texto con cuya lectura arrancó, en la Plaza de Toros, la actividad Siglo Manolete, que, organizada por la Sociedad de Propietarios del Coso de los Califas y la Asociación Cultural Casa del Toreo, con la colaboración de la Diputación, desarrolló varias acciones a lo largo de la jornada.

El "propósito" de Siglo Manolete, según el manifiesto, era "hacer constar" lo que para los colectivos organizadores "supone la figura de uno de los personajes más ilustres de la historia de Córdoba, su provincia y también de nuestro país". Y es que "Manolete encarna lo que podría considerarse como el prototipo de persona digna de ser recordada y conmemorada siempre. Su personalidad, forma de actuar, solidaridad, creación artística en los ruedos, su sensibilidad, su transcendencia completan el perfil de una persona única cuyo legado no solo causa admiración a quienes pueden reconocer su tauromaquia, sino al resto del cómputo social".

"De Manolete -continúa el texto, a cuya lectura asistieron toreros como José Luis Moreno o Chiquilín- se ha hablado años atrás y se seguirá hablando en el futuro. La literatura generada a partir de su acción taurina, la transcendencia periodística, social y cultural, entendida esta última desde los ámbitos creativos del arte de la pintura, escultura o el cine, por citar algunos géneros propios de la inspiración humana, deducen que el significado de un nombre propio, como lo es Manolete, resulta perfectamente identitario con la vida de un ser convertido en un mito".

Las instituciones impulsoras de Siglo Manolete reivindican "a las instituciones locales, provinciales, autonómicas y nacionales que trabajen y dediquen plenos esfuerzos para conseguir que la figura de Manolete continúe creciendo". El torero fallecido en 1947 en Linares "merece un museo propio en su tierra que aúne todo el legado vital generado, desde elementos físicos a ese patrimonio intangible que de por sí ha generado su vida y obra. Manolete es patrimonio de Córdoba y, como tal, su proyección internacional, ganada a pulso con su esfuerzo fuera de su tierra, debe constituirse como uno de los principales reclamos de la ciudad".

La conmemoración del centenario de su nacimiento "tiene que servir para impulsar proyectos e iniciativas que cuiden y velen por el futuro de su figura. De nada servirá celebrar un aniversario si este no goza de continuidad".

La programación de la actividad incluyó, ya en sesión de tarde en la Diputación, una presentación a cargo del periodista Víctor Molino y el presidente de la Asociación Cultural Casa del Toreo, Celso Ortiz; la proyección del audiovisual Siglo Manolete (un recorrido por los sitios por los que transcurrió la vida del torero); la mesa redonda El toreo de Córdoba y el gran mito, en la que participaron José María Montilla, Gabriel de la Haba Zurito, Manuel Cano El Pireo, Rafael González Chiquilín y José Luis Moreno; la proyección del audiovisual El último día en Linares, por Matías Prats, a cargo del periodista y escritor Alfredo Asensi, que ha dedicado al torero un libro (Córdoba y Manolete, mano a mano) y una radionovela que fue emitida por Radio Córdoba con motivo de los 50 años de su muerte, en 1997; y la conferencia magistral El toro y la batalla del miedo, a cargo del periodista Chapu Apaolaza. Los actos concluyeron con la mesa Manolete íntimo, en la que intervinieron Pilar Soria, Agustín Parra Parrita, Rafael Soria y Apaolaza. La despedida corrió a cargo del Tomás González de Canales, presidente de la sociedad propietaria, y Salvador Blanco, vicepresidente de la Diputación.

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