M-Clan cumple su cita en Córdoba

Tras la suspensión del concierto programado para el viernes 17 de diciembre, el Gran Teatro acoge hoy a partir de las 21:00 la presentación del nuevo disco de M-Clan, Para no ver el final, un trabajo con hechuras de disco clásico que mezcla ambientes soul y rock. Las localidades están agotadas.

El concierto fue aplazado en su día por la repentina muerte del ex componente de la banda Pascual Saura, bajista que formó parte del grupo desde su nacimiento en marzo de 1993 hasta hace unos meses. Carlos Tarque (voz), Ricardo Ruipérez (guitarra), Santiago Campillo (guitarra), Juan Antonio Otero Oti (batería) e Íñigo Uribe (teclados) eran los otros miembros de la formación original, que fue responsable de algunos de los discos más destacados del rock español de aquellos años como Un buen momento y Coliseum.

En Para no ver el final (2010), su séptimo disco de estudio, con el que está de gira por distintas ciudades españolas, la banda sigue proclamando su devoción por el rock and roll sureño de corte clásico, un sonido aderezado en algunos temas con un toque más soul.

Inicialmente, el quinteto murciano apostaba por el rock sureño, del cual sus componentes son grandes seguidores. En la línea de bandas como Black Crower y deudor, en alguna medida, del southern rock fraguado en los años 70, M-Clan mezcla el blues, el soul y el hard dentro de una coctelera que adquiere su plena efervescencia en el directo. También se les ha emparentado con el sonido de grupos como Led Zeppelin, Aerosmith y Lynyrd Skynyrd, pero M-Clan ha conseguido crear un estilo propio que, a lo largo de los años, ha ido evolucionando de forma clara hacia un rock más melódico.

En Para no ver el final, Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez (los dos únicos supervivientes de la formación inicial de la banda) conducen M-Clan hacia un sonido más enérgico en algunos temas, con guitarras profundas y letras menos poéticas que su anterior disco (Memorias de un espantapájaros), pero más incisivas, tanto en la alegría como en la desesperanza. Es, en definitiva, un disco clásico, con ambiente de soul y rock.

En el escenario, Tarque (voz) y Ruipérez (guitarra) estarán acompañados por Prisco López (guitarra), Iván González (bajo), Coki Giménez (batería) y Martí Perearnau (teclados).