Cultura

Liébana despliega su imaginación barroca en una muestra en Córdoba

  • La Delegación de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía acoge 'Negociado de una carestía', integrada por 35 obras inéditas que proyectan la poética del artista de Cántico

Negociado, según la RAE: "En una organización administrativa, cada una de las dependencias donde se despachan determinadas clases de asuntos". También "negocio" e incluso "negocio ilícito que toma carácter público". Y carestía: "Falta o escasez de algo" o "precio alto de las cosas de uso común". Sobre estos conceptos se edifica la propuesta artística que Ginés Liébana presenta en la Delegación de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía en Córdoba, una exposición visitable hasta el 24 de febrero y que recoge 35 obras inéditas del pintor de Cántico.

La peculiar poética de Liébana se despliega en estas obras que definen su última producción: hay acuarelas, técnicas mixtas y collage, poesía, absurdo, misterio y belleza. La exposición, que procede de la sede del Centro Andaluz de las Letras en Málaga, conduce al espectador hacia un festín de metáforas, un mundo de atrevimiento, descaro y también respeto por la tradición.

"Soy pintor y tengo la suerte de haberme formado en Córdoba y en la campiña cordobesa. Esto es fundamental para un pintor porque ahí se mezcla lo popular con lo elitista y lo barroco. Yo recomiendo a muchos artistas que aprendan en Brasil y Andalucía. Toda la literatura y el arte de América del Sur y América Central viene de lo que se ha creado en España. Hay tradición. Porque donde no hay tradición no hay nada", asegura Liébana, que estuvo acompañado en la presentación por Pablo García Baena, su compañero de Cántico.

Imaginación, mordacidad, barroquismo, sensualidad. Un Liébana reconocible y siempre reinventado que desafía al paso del tiempo con humor y onirismo. El delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta, Francisco Alcalde, destacó la amplitud de corrientes estéticas que abarca el trabajo poético y pictórico de Liébana. La "lira manantiálica", el "mueble obrero" y el "bolso de piel de padre" arrastran al púbico al peculiar mundo del artista nacido en Torredonjimeno (Jaén) en 1921. Negociado de una carestía da cuenta del amplio discurso artístico de Liébana, adscrito a lo mágico y lo fantástico sin renunciar al surrealismo: una reivindicación de la libertad creadora.

A la hora de presentar una nueva exposición, para Liébana es fundamental "la diversidad" porque no le gusta repetirse. El artista confiesa su inclinación por la fotografía "como punto de partida de la pintura" y subraya su querencia "por el fragmento". "Esa es la clave, pinto fragmentos y luego estos se van uniendo. Si tuviera que pintarlo todo de una vez no acabaría nunca", señala. Y, con el misterio con el que suele adornar sus intervenciones y dejando un poso de amargura extraído de una biografía convulsa, añade: "He padecido mucho el silencio de los manchegos. Pero es muy elegante estar perseguido".

Liébana se trasladó a Córdoba con su familia cuando era pequeño y aquí cursó sus estudios. En los años 40 empezó a relacionarse y colaborar con figuras como Pablo García Baena, Juan Bernier, Mario López, Ricardo Molina y Miguel del Moral, fundando la revista Cántico. Trabajó en Madrid como ilustrador para las revistas La estafeta literaria y Fantasía y el semanario El Español. Tras viajar por Sudamérica y Europa visitando las colecciones y museos más importantes (y entrando en contacto con las principales tendencias artísticas internacionales), en los años 60 decidió fijar su residencia en Madrid, donde creó obras muy influidas por la literatura, especialmente por los poetas de su generación.

La muestra, en cuya organización participa el Ayuntamiento de Villa del Río, localidad con la que Liébana tiene una estrecha relación, puede visitarse de lunes a viernes de 09:00 a 14:00.

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