Leo Bassi acerca al Gran Teatro 'Utopía', su retrato de la historia del progreso
El cómico italiano transita en su nuevo espectáculo, enmarcado en las Jornadas Culturales del X Congreso de la CNT, "un camino para volver a creer en nuestra capacidad de cambiar las cosas"

El Gran Teatro acogerá esta noche el genio y la excentricidad del actor Leo Bassi, un provocador nato que presentará sobre las tablas del coliseo, a partir de las 21:00, su espectáculo Utopía, una obra que, en palabras del propio Bassi, "trata, con alegría, de la verdadera historia del progreso y del futuro". Utopía continúa con la senda mordaz y crítica del cómico: "Lo que quiero es romper el condicionante mental que nos hace renunciar a nuestros sueños, e indicar un camino para volver a creer en nuestra capacidad de cambiar las cosas. Para mí, el trabajo de un artista es saber escuchar a la sociedad, buscar en la realidad las energías que fluyen y utilizar esta fuerza para impactar al público". Y Bassi continúa hablando de su última creación: "En el corto lapso de tiempo de una noche electoral, la victoria de Obama ha cambiado radicalmente el clima político rompiendo la negatividad que amenazaba la visión del futuro. Este hecho, imprevisible cuando comencé a pensar en mi nuevo espectáculo, crea un marco sorprendente e inmejorable para apreciar la fuerza de los argumentos de las más ambiciosa de mis obras, ¡Utopía!".
Nacido en Nueva York en 1952, este artista procede de una familia italiana dedicada durante seis generaciones a la actividad circense. Debutó en el circo a los siete años. A los 24 abandonó el espectáculo familiar para desarrollar su carrera en solitario como actor cómico, animador y agitador cultural. En 1978 una entrevista para una revista de orientación intelectual, Bouffonneries, hizo que se presentase en el circuito internacional de festivales teatrales, y muy pronto ganó reputación por haber creado un estilo muy personal de comedia provocadora.
Aunque de su familia adquirió todos los trucos de la profesión y su habilidad en las artes circenses -como el malabarismo con los pies-, él se ha dedicado a ser diferente. Y lo logró.
El arte de Leo Bassi es libre y destaca por la constante provocación a un público que siempre logra vivir una experiencia distinta. Desde entonces, trabaja sin cesar en diferentes áreas que van desde el Off Broadway (en solitario) a grandes eventos al aire libre, como inauguraciones y convenciones. Además de actor de obras teatrales y películas, Bassi ha intervenido como presentador de eventos, ha dado conferencias y ha participado en programas de televisión (por ejemplo, en el programa español Crónicas Marcianas).
En los últimos años sus espectáculos se han dedicado a tocar temas de actualidad política y social. Ha sido detenido once veces y tiene prohibida la entrada de por vida al prestigioso Ane Tyler Hall del Lincoln Center de Nueva York, después de que una vez comiera heces fecales sobre el escenario. Su carácter provocador se ha mantenido en otras de sus obras, como en Viaje a lo peor de Madrid, donde se manifestó contra el programa Gran Hermano. También se ha caracterizado por sus críticas a la derecha política o a la religión.
Su obra La revelación, por ejemplo, en la que critica el oscurantismo, las sectas y los fundamentalismos que invaden la vida moderna, fue saboteada en varias ocasiones, e incluso en el Teatro Alfil de Madrid explotó un artefacto casero.
Otra de sus anécdotas llegó con la censura del espectáculo El Bassibus cuando se iba a representar en un festival en Murcia, en octubre de 2008, debido a su coincidencia con el congreso regional del Partido Popular. La decisión provocó la dimisión de varios organizadores del festival, aunque Leo Bassi se empeñó en acudir y actuar por su cuenta.
Entre los diversos reconocimientos nacionales e internacionales que ha ido adquiriendo a lo largo de su trayectoria los más destacados son los premios de la crítica de Barcelona, Cannes y Munich, el Premio OBIE Off Broadway Award (New York) o los Premios de Teatro Amendola (Italia), Tondela (Portugal) o Puerto Montt (Chile), entre otros.
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